26.3.11

Muere Geraldine Ferraro, única demócrata candidata a la vicepresidencia de EEUU

Geraldine Ferraro, que se ganó un puesto en la historia al ser la única mujer del Partido Demócrata que ha sido candidata a la vicepresidencia de EEUU, falleció este sábado a la edad de 75 años.


Una amiga de la familia informó de que Ferraro, que padecía un cáncer en la sangre desde 1998, falleció en el Hospital General de Massachusetts, según recoge la prensa estadounidense.

La causa de la muerte fueron las complicaciones del mieloma múltiple, informó 'Político' en su edición digital.

Ferraro fue la compañera de fórmula de Walter Mondale en las elecciones presidenciales de 1984, en las que fue reelegido Ronald Reagan, que ganó en 49 de los 50 estados.

Durante dos décadas, los candidatos a la Presidencia de EEUU de los principales partidos del país "nunca han preguntado a una mujer que les acompañe para ser su compañera de candidatura hasta que llegó Walter Mondale", dijo entonces Ferraro.

"Mi candidatura ha demostrado que los días de la discriminación están contados. Las mujeres estadounidenses no volverán a ser ciudadanos de segunda clase nunca más", aseguró.

La política demócrata fue elegida en 1978 miembro de la Cámara de Representantes por Nueva York, posteriormente aspiró sin éxito a la candidatura a senadora, y en 1993, el entonces presidente Bill Clinton, la nombró embajadora de Estados Unidos ante la Comisión de Derechos Humanos de la ONU.

Nacida en 1936 en Newburg (Nueva York) en una familia de inmigrantes italianos y cuando tenía ocho años perdió a su padre, Domenico Ferraro, quien murió de un ataque cardíaco.

Geraldine obtuvo becas para estudiar magisterio y, tras licenciarse en 1956, impartió clases en una escuela publica del barrio neoyorquino de Queens, lo que le permitió costearse la carrera nocturna de Derecho. Se licenció en 1960 por la Universidad de Fordham (Nueva York) y posteriormente obtuvo el doctorado en Derecho.

La llegada de una mujer a la candidatura demócrata a la vicepresidencia de EEUU levantó muchas expectativas, empañadas por diversas acusaciones contra la candidata por impago de impuestos y por haber lanzado su carrera política con el dinero que su marido puso ilegalmente en la campaña.

La política, declarada católica, se casó en 1960 pero conservó el apellido de soltera en honor a su madre viuda, y tuvo tres hijos.

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