28.4.11

Edwin Rodríguez tiene a los Marlins jugando un béisbol sólido

MIAMI - "Domina lo obvio" fue una frase que utilize en los entrenamientos el manager de los Marlins, Edwin Rodríguez, para enfatizar la importancia de jugar con buenos fundamentos.


En su primera temporada completa como dirigente, el boricua Rodríguez sabía que estaba trabajando con un equipo joven. Entonces tenía que reducir el juego a su forma más básica. Desde que el equipo se presentó a los entrenamientos en febrero, el piloto habló de tirar strikes, de jugar buena defensa y de cómo batear en ciertas situaciones.

Consciente de que sus rivales del Este de la Liga Nacional, Atlanta y Filadelfia, contaban con tremendo pitcheo, Rodríguez puso como prioridad buscar la forma de ganar juegos cerrados. Suena sencillo, ¿pero cómo se hace?

Rodríguez le encargó a su cuerpo de coaches ingeniar maneras de ganar partidos apretados. En sus reuniones hablaron de posibles jugadas que podían costarles caro si no se ejecutaban bien. Se trabajó en mantener a los corredores contrarios cerca de las almohadillas, avanzar a los corredores con rodados al lado derecho del cuadro. Todo eso se trabajó en las prácticas.

Se hicieron muchos toques de bola, se tiró al hombre del corte y se repitió la jugada de rutina.

Para los Marlins, los entrenamientos se trataron de mucho más que simplemente ponerse en forma.

Si hay un secreto a uno de los mejores comienzos en la historia del equipo de la Florida, se le puede atribuir a la clase "Baseball 101" de Edwin Rodríguez.

No es coincidencia que tengan 5-2 en juegos decididos por una sola carrera.

Pero quizás el mayor motivo del buen récord de 15-8 sea que el equipo está jugando como uno, llevándose del programa impuesto por su manager.

"Creo que todos tenemos una meta en mente: simplemente salir a ganar todas las noches", dio Josh Johnson, el as de la rotación. "Desde los nuevos hasta los veteranos, todos están ayudando. Este es un equipo divertido de integrar, seguro que sí. Y ni siquiera hemos alcanzado nuestro mejor nivel."

Rodríguez señala lo obvio al explicar el éxito de los Marlins hasta ahora.

"Todo comienza con el pitcheo", dijo. "Cualquier día que vengas al estadio, sabes que tienes oportunidad de ganar. Nos sentimos cómodos jugando ese tipo de juegos apretados. Entonces cuando nos toca un partido cerrado, sabemos que tenemos muy buena oportunidad de ganarlo."

Por supuesto, ayuda contar con una rotación encabezada por Johnson, uno de los mejores pitchers de Grandes Ligas. El cuerpo monticular de la Florida lleva efectividad colectiva de 3.63, la séptima mejor de la Gran Carpa. El bullpen de los Marlins también ha puesto de su parte, con el mejor promedio de carreras limpias permitidas, 1.93.

"Tenemos mucho talento, eso no pasa desapercibido", dijo Johnson. "Cuando llegamos a los entrenamientos, sabíamos que teníamos un equipo bastante bueno."

Por más éxito que hayan tenido los Marlins en este mes, también ha habido adversidades. Han surgido lesiones de cada uno de los tres jardineros titulares: Chris Coghlan (tendinitis en el hombro derecho), Mike Stanton (dolores en la corva izquierda) y Logan Morrison (esquince en el pie izquierdo). Éste último se encuentra en la lista de incapacitados. Pero las lesiones son sólo parte de la historia.

La mayor decepción, en términos de producción en el plato, ha sido el dominicano Hanley Ramírez, campeón de bateo de la Nacional en el 2009 que lleva promedio de .197, con apenas siete empujadas y sin jonrones.

Dos nuevas adquisiciones, el receptor John Buck y el segunda base venezolano Omar Infante, también han batallado en el plato. Buck batea .208, mientras que Infante lleva promedio de .223. Pero de cualquier manera, los Marlins están ganando de manera consistente.

Entonces, ¿cómo han triunfado tanto sin grandes números de tantos jugadores individuales?

La química.

"Se trata de una unidad en equipo, una falta total de egoísmo", dijo Buck, quien llegó a la Florida como agente libre y ha hecho tremendo trabajo manejando el pitcheo joven del equipo. "A lo mejor suena como una locura, pero creo que lo mejor que le ha pasado a este equipo es que Hanley esté batallando y que haya hecho un claro esfuerzo de ser buen compañero. Él decía en la primavera que estaba preparado para ser un líder, y el equipo ha respondido de manera positiva. Sería fácil ser líder si estuviera bateando .340, lo cual todo esperamos.

"Creo que eso se ha puesto a la prueba de verdad", continuó el cátcher. "Ahora mismo no existe el "yo" en él. Creo que él sabe que todos lo apoyamos. Es nuestra figura."

El hecho de Ramírez estar por debajo y manejarlo con clase es algo que le ha valido un mayor respeto en el clubhouse. Mientras ha batallado en el plato, ha hecho algunas jugadas clave a la defensa, además de apoyar mucho a los demás en el dugout y el clubhouse.

"Todo eso se debe a Edwin", dijo Ramírez. "Edwin mantiene contentos a todos. Eso es lo que uno quiere. Aun si estás batallando, él te apoya. Cuando estás batallando y tienes todo el mundo de tu lado-tus compañeros, el manager-lo hace todo bien."

Con un equipo joven, es inevitable que los Marlins pasen por algunas cosas dolorosas. De hecho, ya han confrontado la adversidad, desde mediados de la pretemporada.

El 16 de marzo, tenían 5-13 en la Liga de la Toronja. No sólo perdían, sino que jugaban un béisbol sin fundamentos y poco inspirado. Su falta de energía llegó al punto de que el propietario Jeffrey Loria criticó al equipo públicamente.

"No estoy contento con lo que estamos haciendo ni con lo que hemos demostrado", le manifestó Loria a MLB.com en marzo. "En el béisbol no hay forma de prender el 'switch' cuando quieras. Tienen que entrar en forma y conseguir mejores resultados. La temporada comenzará en dos semanas y dos días. Ya es hora de que cambie todo".

Desde ese momento, el equipo jugó con más urgencia, se metió en una racha ganadora y terminó la pretemporada con marca de 15-15.

Eso se ha extendido a la campaña regular.

Señala Buck que Rodríguez ha invocado el mal béisbol que jugaron los Marlins al principio de la Liga de la Toronja para enfatizar la importancia de ejecutar lo básico. Es decir, el equipo veía lo que podía pasar si no dominaban los fundamentos.

"Él fue a cada individuo y le dijo cómo quería que se hicieran las cosas, cómo se sentía, ganar o perder", dijo Buck. "Me he quedado impresionado con la forma en que ha podido destacar esos momentos en la primavera, cuando quizás algunos entraban en pánico. Le hizo referencia a esas situaciones exactas y las ha utilizado para nuestro beneficio. Él decía, 'si no se hace esto, eso es lo que va a pasar."

No hay comentarios:

Publicar un comentario