2.6.11

Bauman: Proteger a los receptores no siempre es posible

Buster Posey
Luego de escuchar por toda una semana el debate sobre la desafortunada lesión del receptor Buster Posey, se puede llegar a una conclusión:


Las preocupaciones mostradas por quienes desean proteger a los receptores son entendibles y bien intencionadas, dada la gravedad de esta lesión y la importancia del pelotero afectado. Pero transformar dichas preocupaciones en nuevas reglas podría ser contraproducente.

El argumento es si hay algo que se pueda hacer para proteger a los catchers de los encontronazos a toda velocidad con los corredores. Lo que sucedió en esta situación no está en disputa. Scott Cousins de los Marlins de Florida fue a chocar contra Posey aun cuando el receptor de los Gigantes no estaba bloqueando el plato de manera tradicional. Cousins tenía todo un carril abierto por el lado derecho para barrerse y tratar de tocar el plato.

Cousins decidió mejor estrellarse contra Posey en lugar de barrerse por un lado. Aun así, dentro del contexto de las actuales reglas, esta jugada fue legal por parte de Cousins. El problema fue que Posey resultó con fractura de peroné y tres ligamentos del tobillo desgarrados.

Posey tuvo que ser operado y se perderá el resto del 2011. Su importancia para los Gigantes de San Francisco no puede pasar desapercibida. Su revelación como jugador en julio pasado fue clave para que los Gigantes avanzaran a la postemporada y eventualmente ganaran la Serie Mundial.

Lo valioso de Posey como jugador y el grado de la lesión ha generado un fuerte debate acerca de la vulnerabilidad de los receptores en los encontronazos en el plato. El propósito de los corredores al estrellarse con el catcher es que estos pierdan la bola y no completar la jugada. La posibilidad de una lesión es inminente en este tipo de jugadas.

Pero se generaría una serie de problemas si Grandes Ligas intenta cambiar la legalidad de estas jugadas. En un sentido general, cruzar el plato es siempre la meta cada vez que un equipo tiene su turno al bate. La idea es colocar corredores en base, avanzarlos y luego hacerlos anotar. ¿Y ahora le pediremos a los corredores que dejen a un lado su agresividad a la hora de querer anotar? El mero propósito de jugar béisbol es anotar carreras y punto.

Específicamente, imponer una regla que prohíba los encontronazos innecesarios con los receptores le daría la responsabilidad directa a los umpires. El umpire principal se vería en el dilema de marcar out o safe basándose en la agresividad de la jugada. Este tipo de marcaciones a menudo son muy cerradas y difíciles, además de que suceden en fracción de segundo. ¿Ahora le vamos a pedir a ese mismo umpire que dictamine el resultado de la jugada basándose en si el corredor tenia oficialmente disponible el camino hacia el plato?

Esto sólo haría más difíciles las marcaciones de los umpires en este tipo de jugadas. Probablemente se necesitaría recurrir a menudo a la repetición instantánea para revisar estas jugadas. Y después de revisar el video y estudiar todos los ángulos y la evidencia, aún así la marcación final pudiera generar un fuerte debate.

Si el corredor se desvía de la línea hacia el plato para estrellarse directamente con el receptor sería puesto fuera automáticamente. Lo que estamos discutiendo aquí es esa ligera desviación del camino del corredor hacia el plato.

En el caso de la jugada en la que Posey resultó lastimado, el corredor tenía la opción de estrellarse con el receptor o barrerse por un lado para tratar de eludirlo. Sin embargo, muchas veces en jugadas similares el plato es literalmente bloqueado por el receptor y el choque del corredor con este es inevitable. ¿Puede imponerse una regla en este tipo de casos? ¿Se le debe pedir al corredor, cuya meta principal es cruzar el plato para anotar la carrera, que evite el encontronazo y inevitablemente sea puesto out?

La respuesta es no. Eso cambiaría - y mermaría - la esencia fundamental del juego.

Si hablamos de desgaste físico, la posición más demandante en el diamante es la receptoría, incluso sin los ocasionales encontronazos en el plato en los que se corre el riesgo de sufrir una lesión seria. Esta es la razón por la que se ha generado un fuerte debate acerca de si un jugador de la importancia de Posey debe ser transferido a otra posición para prolongar su carrera como jugador.

Ser receptor es un trabajo muy difícil y, algunas veces - como lo presenciamos en este caso- de mucho riesgo. Pero si Grandes Ligas quiere imponer una nueva regla y penalizar al corredor por tener contacto con el receptor cuando tiene la posibilidad de barrerse no eliminaría los encontronazos en el plato. Esto generaría además una nueva área de debate, disputa y una larga serie de jugadas que quedarían inconclusas.

La esencia fundamental de este deporte indica que el receptor, aunque se trate de un jugador de gran valor para su equipo, no siempre puede ser protegido.

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