17.7.11

Cavendish ya tiene cuatro

La indefinición de los llamados favoritos para ganar el Tour de Francia no afecta a otras parcelas de la gran carrera de julio. Mark Cavendish es el líder indiscutible de la velocidad, arropado por el HTC-High Road, el conjunto perfectamente entrenado para la tarea, aunque quizá en esta virtud lleve el pecadillo de atizar demasiado fuerte a corredores como Tony Martin, que después no se sostienen en las pendientes que exigen al cuerpo un trabajo más duro y prolongado en el tiempo.


Mark Cavendish volará el año próximo al Sky, ese proyecto del ciclismo inglés que maneja recursos y la inteligencia de Dave Brailsford, que se fijó hace dos años el objetivo de conquistar un Tour de Francia. Y su actual equipo, dejará de llevar su actual nombre y volverá a su lugar de origen, Alemania. Bob Stapleton, el rico estadounidense propietario, heredó el equipo T-Mobile (Telekom) de los años felices de Jan Ullrich y Erik Zabel (que presenció en directo el sprint y le pegó un abrazo más que efusivo a 'Cav'), lo trasladó a Estados Unidos y ahora ha encontrado otro mecenazgo germánico. Un país decepcionado con este deporte puede reactivar la llama del ciclismo.

Volviendo al viaje del domingo, víspera de la jornada de descanso: los miedos e incertidumbres en la salida de Limoux por la lluvia y las rachas de viento potentes se convirtieron en tensión durante el recorrido de 192 kilómetros. Pero, una vez más, no hubo abanicos ni cortes. Y por fin, tampoco caídas o situaciones lamentables. Puro ciclismo de carretera hasta Montpellier, con escapada de cinco, contraataque final de dos de ellos, Niki Terpstra que 'murió' con las botas puestas con una ráfaga de Philippe Gilbert a tres kilómetros de la pancarta y el oleaje del HTC que remolcó a Cavendish hasta la cuarta victoria de este Tour, a pesar de las buenas piernas del estadounidense de corazón belga Tyler Farrar.

Cavendish cuenta con viento a favor para adjudicarse el maillot verde, tan disputado por José Joaquín Rojas y Gilbert. A condición, claro, de que llegue en el tiempo exigido a la meta de las duras etapas del Galibier (próximos jueves y viernes) y no lo pillen subiendo amarrado a la trampa.

¿Y Thomas Voeckler? El francés llega como líder destacado a la última jornada de descanso y sube su estadística de probabilidades de ganar el Tour, según algunos iluminados. Él, un poco asediado por esos comentarios, intenta despejarlos frente a los periodistas, pero no olvida celebrar cada llegada a la meta con un choca esas cinco con su magnífico guardaespaldas, Pierre Rolland.

No hay comentarios:

Publicar un comentario