Creen que puesto de manager en Boston es el mejor disponible

Con dos semanas de temporada baja, vemos candidatos no tan tradicionales para los puestos vacantes de manager en Grandes Ligas. Específicamente, estamos hablando de tres ciudades, tres franquicias de mucha historia y glamour y tres circunstancias bien distintas: Boston, Chicago (Cachorros) y San Luis.
Para mí, el mayor atractivo está en el Fenway Park.

Claro, no es muy amplia la oficina del manager, y el piso del túnel que conecta el clubhouse con el dugout ha sido cuna de bacterias aún desconocidos por expertos en la materia. Pero el Fenway tiene un encanto único y mucha, mucha historia.
Además, es un estadio que se llena para cada partido, a toda capacidad de 35.000 espectadores todas las noches.
En Boston se juega lo que no hay ni en Chicago ni San Luis: béisbol estilo Costa del Este. No hay nada mejor. Es en el Fenway donde se miden Medias Rojas y Yankees. Es bien intenso. Hay un buen debate beisbolero en cada esquina de las ciudades de la Coste Este.
Por supuesto, lo que más se busca en un puesto de manager es el potencial para triunfar. Ahí Boston le lleva una gran ventaja a Cachorros y Cardenales. Sin importar la "magia" que haya llevado a Chicago Theo Epstein, es muy difícil que se vean los resultados dentro de los primeros dos o tres años. Como notó el colega Mike Bauman el otro día, la posición de manager de los Cachorros será mucho más atractiva para cuando Epstein haya decidido contratar a su segundo dirigente, no ahora.
El piloto que haga para el norte de Chicago lo que hizo Terry Francona para Boston-borrar la "maldición"-será canonizado. Pero los Cachorros no están ni remotamente cerca de ganar ahora.
Por otro lado, los Cardenales sí están preparados para ganar, siempre y cuando renueve con ellos el dominicano Albert Pujols. Sin el toletero, sería mucho más fácil domar ese ataque ofensivo. Además, sustituir a alguien como Tony La Russa no estará sin ciertos obstáculos. La primera vez que su sucesor no haga tres cambios de pitchers en un inning limpio, será cuestionado en todo.
La dirigencia de un equipo en San Luis no conlleva el escrutinio que se ve en Boston, Filadelfia y Nueva York. Pero no es tan sencillo como algunos sugieren. Y si Pujols vuelve y Adam Wainwright se ve recuperado de su lesión en el brazo de lanzar, las expectativas subirán hasta lo irracional.
¿Cuál manager querrá exponerse a todo eso?
Los Medias Rojas tienen sus problemas también, pero el dinero puede arreglar eso. Lo más probable es que vuelva el dominicano David Ortiz, porque su valor para Boston es mayor que para cualquier otro club. Y si Jonathan Papelbon decide irse, los Patirrojos serán capaces de sustituirlo.
Las expectativas en Nueva Inglaterra pueden ser una carga, pero eso por lo menos está repartido por una región amplia. Además, lo único que hay que hacer para evitar las críticas es reducir el nivel de alcohol en las bebidas del clubhouse y mantenerse más cerca de los Yankees en septiembre que este año. Podría ser suficiente terminar con mejor récord que los neoyorquinos, cuyas estrategias de firmas y desarrollo de jugadores han copiado tanto en Boston.