12.11.11

Verlander es uno de varios aspirantes al JMV en la Americana


En el 2011 sobraron desempeños ofensivos llamativos en la Liga Americana, lo cual hace difícil precisar cuál bateador le brindó más valor a su equipo. ¿Quién podría resultar el más beneficiado de ese dilema? Justin Verlander. No existe regla alguna que impida que un lanzador sea nombrado el Jugador Más Valioso de su liga, pero es poco común.

El ganador del 2011 en la L.A. será anunciado el 21 de noviembre. Se puede argumentar que Verlander es el favorito de los candidatos, entre los cuales están Jacoby Ellsbury, el venezolano Miguel Cabrera, Curtis Granderson, los dominicanos Robinson Canó y José Bautista, el mexicano Adrián González, Dustin Pedroia, Michael Young y Paul Konerko.
Tras una campaña dominante, Verlander podría convertirse en el primer pitcher que gana el JMV desde que Dennis Eckersley lo logró en 1992 con los Atléticos. Pero Eckersley era cerrador y por lo tanto tenía la oportunidad de contribuir al equipo casi a diario.
El último abridor nombrado el JMV de su liga fue Roger Clemens en 1986 con los Medias Rojas. El récord de Verlander -- 24-5 -- es casi idéntico al de 24-4 que tuvo Clemens hace 25 años.
Los Tigres de Verlander ganaron 95 partidos, capturaron el título divisional por primera vez en 24 años y llegaron hasta la Serie de Campeonato en la cual fueron eliminados por los Rangers en seis juegos. El derecho no sólo encabezó la liga en victorias, sino también en efectividad (2.40), innings de labor (251) y ponches (250).
Verlander recientemente fue elegido Jugador del Año por la Asociación de Peloteros de Grandes Ligas.
"El hecho de que viene de tus compañeros lo hace más especial", dijo Verlander de esa distinción.
Los miembros de la Asociación de Cronistas de Béisbol de Estados Unidos emitieron sus votos para el JMV tras la conclusión de la temporada regular. Aunque algunos han sido reacios a votar por un lanzador, la campaña de Verlander quizás fue lo suficientemente dominante como para cambiar opiniones.
En cualquier caso, se cree que la votación estuvo bastante reñida.
Cuando comenzó la temporada el 2011, Ellsbury pretendía demostrarle a los Medias Rojas y a su fanaticada que era capaz de permanecer en el terreno tras jugar en apenas 18 partidos en el 2010 debido a fracturas en las costillas.
Al final, el primer bate de Boston tuvo promedio de .321 con 212 hits, 32 cuadrangulares, 105 impulsadas y un total de bases alcanzadas de 364, la mayor cantidad en la liga. También se robó 39 bases. El guardabosque fue nombrado el Regreso del Año en la L.A. por MLB.com y luego recibió la misma distinción de parte de la Asociación de Peloteros. También ganó un Guante de Oro y un Bate de Plata.
Aunque los Medias Rojas se convirtieron en el primer equipo que despilfarra una ventaja de nueve juegos en septiembre, Ellsbury fue uno de los motivos principales por los cuales Boston aún tenía la oportunidad de clasificar para la postemporada en el último juego de la temporada. El mes final de la campaña fue excepcional para Ellsbury, que bateó .358 con ocho jonrones y 21 impulsadas en un momento crucial.
Pero Ellsbury no es el único jardinero central con argumentos para el JMV. Granderson desplegó su poder en el 2011, conectado 41 jonrones, impulsando 119 carreras y anotando 136 veces. También hizo daño con su velocidad, ya que robó 25 bases. Lo que quizás lo perjudicó fue su promedio de bateo (.262) y cantidad de ponches (169).
¿Por qué no ha recibido más atención Canó, compañero de equipo Granderson en los Yankees? Quizás porque su swing hace parecer fácil el bateo.
Canó bateó .302 con 104 carreras anotadas, 188 imparables, 46 dobles, siete triples, 28 vuelacercas, OPS (porcentaje de embasarse más slugging) de .882 y 118 remolcadas en el 2011 por los Yankees, campeones del Este de la L.A.
En el Joven Circuito, González probablemente es el único otro bateador zurdo cuyo swing es igual de fluido que el de Canó. Y, tal y como se esperaba, González fue todo un monstruo en su primera campaña en Boston.
El primera base, que ya ganó un Guante de Oro y un Bate de Plata, bateó .338 con 108 carreras anotadas, 213 hits, 45 dobles, 27 jonrones, 117 impulsadas y un OPS de .957. Pero, es posible que Ellsbury le haya quitado votos.
El tercer candidato de los Medias Rojas ya ha recibido el premio en el pasado. Se trata de Pedroia, que tuvo más jonrones (21) y remolcadas (91) este año que en 2008 cuando fue nombrado el JMV de la L.A. por primera vez. Pedroia ya ganó un Guante de Oro por su defensa en la segunda base.
El campeón de bateo en la L.A. -- Cabrera, compañero de equipo de Verlander -- tuvo una temporada impresionante por derecho propio. Bateó .344 con 111 anotadas, 197 imparables, 48 dobles, 30 bambinazos, 105 carreras producidas y un OPS de 1.033 que lo colocó en segundo lugar en Grandes Ligas detrás de Bautista.
Por su parte, Bautista, aunque no estuvo en un equipo contendiente, bien podría ser el bateador más temido en la Gran Carpa. Además de batear .302 con 43 vuelacercas y 103 carreras empujadas por los Azulejos, negoció 132 boletos. También anotó 105 carreras y encabezó las Grandes Ligas con un OPS de 1.056.
Young, considerado por muchos como la piedra angular de los Rangers, campeones de la L.A. en campañas consecutivas, tuvo una de las mejores temporadas de su carrera. Bateó .338 con 213 hits y, a pesar de que sonó apenas 11 jonrones, produjo 106 carreras y tuvo un porcentaje de embasarse de .380. Young siempre será uno de esos jugadores cuyo valor va más allá de los números.
Lo mismo se puede decir de Konerko. Aunque sus Medias Blancas quedaron fuera de la pelea, el veterano terminó con promedio de .300, 31 jonrones, 105 impulsadas y un OPS de .906.

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