26.12.11

Alfa y Omega social


El Alfa y el Omega  es la espina más dolorosa en la vida de los pobres dominicanos. Es el mejor ejemplo del desafecto social y del abandono humano. El principio y el fin de un pobre es desgraciado. Es el instante donde necesita más ayuda, más asistencia, más caridad, y es dónde se encuentra más abandonado.


Nacer y morir, están hermanados en las naciones pobres con el síndrome de tormento y abandono, por eso es necesario ampliar las políticas sociales que favorezcan a los niños y a los envejecientes.

En los primeros años de vida los niños dominicanos se encuentran a merced de la muerte, sin asistencia médica, sin cuidado en su desarrollo básico, viviendo en covachas y sobre todo sin mucho calor humano.

Lo mismo pasa con los envejecientes, que tienen como casa cualquier acera, comen en los zafacones, no tienen asistencia médica y están lejos del calor humano.

El Alfa y Omega de los desarrapados tiene que ser un problema social. La niñez y la vejez es un principio biológico normal, pero como se desarrolla la dignidad  de una persona, corresponde a la protección que reciban de la sociedad donde nació.

Los dos sectores más frágiles de la sociedad dominicana son los niños y los envejecientes, por lo que desde ya hay que seguir con la estela de protección a estas capas desdeñadas por la sociedad.

En la niñez, el problema de la  falta de proteccion tiene que ver, a nivel social, con la mala distribución de las riquezas, y a nivel personal, con la desintegración del núcleo básico de la familia dominicana.

La categoría creciente de las madres solteras lleva a que haya más niños abandonados, sin posibilidades de tener su biberón de leche, sin pañales y sin asistencia médica.

Pero hay una subcategoría peor, que son las madres solteras adolescentes. Es escandoloso e incontrolable el número de niñas de entre once y 16 años que salen embarazadas, y no tienen pareja formal.

Tener un hijo una adolescente es tronchar su camino hacia un mundo mejor. Tiene que abandonar los estudios, carece de dinero para mantenerse ella o su hijo y cae en las garras de la prostitución, del delito, de las drogas.

Las escuelas públicas y los colegios privados dominicanos llegan hasta el atropello de expulsar a las estudiantes adolescentes que salen embarazadas, lo cual constituye un abuso intolerable.

Que en el año 2012 se comiencen a implementar políticas sociales que favorezcan a los niños y a los viejos es un gran anhelo. Son  dos segmentos de la sociedad vulnerables  y condenados a sufrir y a perecer.

Todos nacemos y posiblemente, si la suerte nos acompaña,  algunos  llegaremos a viejo, por lo que no debemos preguntar porquién doblan las campañas.


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