29.12.11

La fiscal que llegó del Cibao


La llegada de una fiscal de Santiago al Distrito Nacional  es un hecho nuevo. De Santiago, fueron exportados otros profesionales para ocupar la fiscalia, y de Puerto Plata se trajó un juez para condenar a un presidente.


Crea un conflicto de intereses  que la fiscal activa en Santiago sea trasladada al Distrito Nacional, que es el princial ministerio público del país. La trascendencia es que al ser un profesional sin rastros `capitaleños, pueda  actuar por encima de los cordones de presión locales.

En Santiago, hay una una feroz lucha por la  sobreviviencia política, judicial y policial. Por siempre se ha considerado que es la antesala donde se forjan los jefes de Policía, pero en los últimos años, también fue donde se quemaron varios en la lista de futuro comandante  de la PN.

Los empresarios de Santiago quieren llegar al mercado de la capital, y buscan la competencia entrando a los medios de comunicación. La fiscal es una avanzada de esas ideas de progreso de Santiago, y de abarcar el principal mercado de la capital de forma colectivo e institucional, no en una migración solitaria.

Tiene sus puntos buenos, malos y conflictivos. Para la fiscal Yeni Berenice Reynoso lo primero que tiene es que dejar atrás a Santiago. En el Distrito Nacional arranca de cero. Su hoja de servicios está en blanco

Este es uno de los principales puntos positivos de esta designación. Una fiscal nativa y en ejercicio en Santiago, no pertenece a los grupos de poder mediático  que imperan en la Capital.

Podrá actuar con independencia, si tiene el valor suficiente, para no dejarse arropar por los círculos que tradicionalmente han querido manejar a la justicia a su antojo.

Yeni pudo ser buena fiscal en Santiago, pero ello no indica que lo seguirá siendo en el Distrito Nacional. Son dos experiencias distintas, y las circuntancias y frecuencia del delito totalmente diferentes.

En Santiago, la fiscal era una protegida de los medios de comunicación y de la sociedad civil. Aquí la llamada sociedad civil tiene sus favoritos, y la prensa la ve como una desconocida.

En el Distrito Nacional no se necesita una mujer.-imagen que salga en los medios de difusión a diario, sino una fiscal que trabaje y enderece la justicia.

Para triunfar, Berenice tiene que sepultar sus fantasmas. Aquí no será una niña mimada por los grupos sociales y empresariales. Llega a un a plaza donde las posiciones están ocupadas, y la sociedad civil que le aupó  haya, aquí tiene a otras heroínas.

La va a perseguir la buena ejecutoria del fiscal del Distrito Nacional saliente, y la labor que ella hizo en Santiago.
Para ser considerada una triunfadora, tiene que superar su éxito de Santiago y estar por encima del fiscal que ahora va a la Suprema Corte de Justicia.

 En confianza, dudo que ella en la Capital pueda superar el trabajo que hizo en Santiago, y creo que le falta experiencia y dominio del medio, le impiden hacer mejor labor que el fiscal saliente.

No creo en las tareas de corifeos que levantan ídolos de barro. Solo creo en la labor realizada, y en el balance que se puede dar al son de la objetividad.

La fiscal comienza de cero. Los méritos de Santiago son historia. Aquí llega como raso para cumplir un deber, y solo en base a su tesón y arduo trabajo se le podrá evaluar.

Su aceptación no va a ser por el peinado, por el vestido o traje sastre de moda,  el perfume que use, los zápatos que combinen con la falda, su valoración será por el trabajo que desempeñe y como accione frente al crimen y el delito.

Limpiamos la pizarra. Nos olvidamos de Santiago. Lo pasado, pasado. Se inició la valoración   y que comience el conteo…. 

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