La llegada de una fiscal de Santiago al Distrito
Nacional es un hecho nuevo. De Santiago,
fueron exportados otros profesionales para ocupar la fiscalia, y de Puerto
Plata se trajó un juez para condenar a un presidente.
Crea un conflicto de intereses que la fiscal activa en Santiago sea
trasladada al Distrito Nacional, que es el princial ministerio público del país.
La trascendencia es que al ser un profesional sin rastros `capitaleños,
pueda actuar por encima de los cordones
de presión locales.
En Santiago, hay una una feroz lucha por la sobreviviencia política, judicial y policial.
Por siempre se ha considerado que es la antesala donde se forjan los jefes de
Policía, pero en los últimos años, también fue donde se quemaron varios en la
lista de futuro comandante de la PN.
Los empresarios de Santiago quieren llegar al mercado de
la capital, y buscan la competencia entrando a los medios de comunicación. La
fiscal es una avanzada de esas ideas de progreso de Santiago, y de abarcar el
principal mercado de la capital de forma colectivo e institucional, no en una
migración solitaria.
Tiene sus puntos buenos, malos y conflictivos. Para la
fiscal Yeni Berenice Reynoso lo primero que tiene es que dejar atrás a
Santiago. En el Distrito Nacional arranca de cero. Su hoja de servicios está en
blanco
Este es uno de los principales puntos positivos de esta
designación. Una fiscal nativa y en ejercicio en Santiago, no pertenece a los
grupos de poder mediático que imperan en
la Capital.
Podrá actuar con independencia, si tiene el valor
suficiente, para no dejarse arropar por los círculos que tradicionalmente han
querido manejar a la justicia a su antojo.
Yeni pudo ser buena fiscal en Santiago, pero ello no
indica que lo seguirá siendo en el Distrito Nacional. Son dos experiencias
distintas, y las circuntancias y frecuencia del delito totalmente diferentes.
En Santiago, la fiscal era una protegida de los medios de
comunicación y de la sociedad civil. Aquí la llamada sociedad civil tiene sus
favoritos, y la prensa la ve como una desconocida.
En el Distrito Nacional no se necesita una mujer.-imagen
que salga en los medios de difusión a diario, sino una fiscal que trabaje y
enderece la justicia.
Para triunfar, Berenice tiene que sepultar sus fantasmas.
Aquí no será una niña mimada por los grupos sociales y empresariales. Llega a
un a plaza donde las posiciones están ocupadas, y la sociedad civil que le
aupó haya, aquí tiene a otras heroínas.
La va a perseguir la buena ejecutoria del fiscal del
Distrito Nacional saliente, y la labor que ella hizo en Santiago.
Para ser considerada una triunfadora, tiene que superar
su éxito de Santiago y estar por encima del fiscal que ahora va a la Suprema
Corte de Justicia.
En confianza, dudo
que ella en la Capital pueda superar el trabajo que hizo en Santiago, y creo
que le falta experiencia y dominio del medio, le impiden hacer mejor labor que
el fiscal saliente.
No creo en las tareas de corifeos que levantan ídolos de
barro. Solo creo en la labor realizada, y en el balance que se puede dar al son
de la objetividad.
La fiscal comienza de cero. Los méritos de Santiago son
historia. Aquí llega como raso para cumplir un deber, y solo en base a su tesón
y arduo trabajo se le podrá evaluar.
Su aceptación no va a ser por el peinado, por el vestido
o traje sastre de moda, el perfume que
use, los zápatos que combinen con la falda, su valoración será por el trabajo
que desempeñe y como accione frente al crimen y el delito.
Limpiamos la pizarra. Nos olvidamos de Santiago. Lo
pasado, pasado. Se inició la valoración y que comience el conteo….
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