El 2012 se vislumbra como uno de los años más difíciles
para la humanidad. El problema climático se va levantando como uno de los
peores dolores de cabeza de la humanidad.
Lo trágico, es que la mayor parte de
la población destruye al planeta, o es indiferente ante la depradación.
El cambio climático no sólo significará frio, calor, lluvias o sequías, sino que
cambiará prufundamente la economía mundial.
También se reducirán las fuentes proveedores de
alimentos, y por consiguiente habrá más hambre y desesperación entre millones
de personas.
Asimismo, el 2012 será un año de rompimiento de la unidad
europea, que desde un principio era frágil y quimérica.
La existecia del Euro no es más que un esfuerzo de unidad
entre potencias que creen en el individualismo, y donde cada una trata de consolidar
su poder mundial.
Pero en un año electoral, el poder va a cambiar en
Francia, en Alemania, en Italia y ya en España llegan los más conservadores de
su vida política y económica al palacio de la Moncloa.
El Reino Unido se mantiene aparte de la crisis europea,
rechazando el euro y pensando que puede sobrevivir a la hecatombe.
Japón se sigue perfilando como un gran imperio en expansión, a pesar de que la crisis generada
en Europa y los Estados Undios le toca directamente.
Y el gran poder económico del Mundo sigue siendo China.
El mercado de mayor expansión, y el que tiene bases sólidas, ligadas a su
mezcla de capitalismo e izquierda.
Para los dominicanos, podría ser devastadora la crisis
europea. Nos puede perjudicar en el principal renglón de nuestra economía que
es el turismo.
Desde ya, la crisis económica de Europa está originando
la cancelacion de los paquetes turísticos, o sea que el principal sostén del
turismo dominicano, que es Europa, tendrá menos cuartos para invertirlos en
diversión y descanso.
En Europa va creciendo el desempleo, y al mismo tiempo se
reduce la capacidad de establecer Zonas francas en el exterior, o de llevar capital
a los países subdesarrolados.
La peligrosa situación política en Rusia, matizada por
las elecciones congresuales, y ahora la preparación de las nacionales, solo
indica que se sigue en el viejo continente en un barril lleno de polvora a
punto de explosionar.
De los Estados Unidos nos vamos a ocupar en una próxima
columna, por ser su situación interna altamente preocupante para los dominicanos.
Lo que está claro es que una crisis internacional, en
este caso la Europea, coloca al borde del precipicio una parte de la economía
dominicana, y solo con precisión de cirujano y ojo de buen capitán de barco, se
podría sortear est tormenta.
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