La crisis económica de los Estados Unidos y Europa tiene
repercusiones importantes para la República Dominicana. El malestar se siente a dos niveles, en la macro-economía,
y en la micro-economía.
Pero los dolores sociales son iguales, sea para el gran
banquero, o para el humilde hombre de la calle.
El peligro de los graves problemas económicos reflejados
en el frente local, es lo que lleva a muchos desaprensivos a iniciar una
carrera de especulación con el dólar y el euro.
De ahí que las autoridades han actuado con mucho tino
cuando el Banco Central irrumpe en el mercado de divisas.
El lígero aumento en el dólar, y en algunos casos en el
Euro, es a todas luces artificial.
Ese aumento de varios puntos da la impresión de que fue
impulsado por mercaderes del negocio de las divisas, tratando de conseguir unos
pesos extras.
Las autoridades económicas tienen que tener puño de
hierro con esos intentos de desestabilizar el mercado de las divisas, y aplicar
el peso de la ley a los irreverentes.
Asimismo se tienen que tomar medidas precautorias. Hay
una profunda crisis que está azotando a Europa, y el euro está a punto de
desplomarse.
Es más, con los procesos electorales que hay señalados para
este año en Europa, y con posibles gobiernos que no quieren la integridad, el
euro podría desaparecer como moneda
extranacional.
Las divisas provenientes de España, Italia, Suiza, se han reducido de forma drástica. Es una
secuela del desempleo, los aumentos de precios, y las estrecheces que se viven
en esos países.
Una caída de la llamada unidad europea, que es la
fortaleza del euro, también traería mayores problemas económicos y sociales
para los dominicnaos que residen en esos países.
Pasa lo mismo con los Estados Unidos, donde el desempleo
está aumentando, y hay mayores restricciones para que los ilegales ocupen
plazas de trabajo.
Los más sensibles son los latinos pobres, entre los que
se encuentran los dominicanos, que apenas si consiguen para comer, por lo que
no pueden enviar nada a sus familiares.
Empero, aquí no hay razones para que de un día para otro
se juegue con aumentar la prima del dólar o del euro. Esa es una especulación,
en base a un análisis medalaganario y personalista de la crisis.
Ahora mismo no hay justificaciones para que aumente la
prima del dólar, y las autoridades son las responsables de que se tomen las
medidas preventivas, para detener el apetito voraz de los mercaderes de divisas.
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