31.1.12

Izquierda y bi-partidismo


La polarizacion electoral, entre dos fuerzas mayoritarias, no es, ni puede ser, el camino hacia el bi-partidismo. La senda de la existencia de únicamente dos partidos políticos es fatal. Dónde no hay instituciones ni fuerzas sociales y comunitarias, todas las corrientes de opinión deben tener participación política.


En Estados Unidos llama la atención a través de los medios informativos, la existencia de dos partidos, pero ello no cierra el camino a los grupos minoritarios.

Además, en Estados Unidos funcionan las instituciones internas y hay representantes estatales, regionales, comunitarios, que tienen tanta fuerza como los partidos políticos.

Un ejemplo, es la Asociación de Defensa de los Consumidores, que es una de las instituciones más fuertes y defensora del pueblo nortemericano.

Y está el Defensor del Pueblo, que es un verdadero abogado de las causas populares, y que en el país se trató de calcar en vano, para crear una mayor burocracia.

La polarización electoral en la República Dominicana es una constante de la historia electoral. Dos partidos políticos tienen los mayores recursos para la campaña, y son los que aglutinan casi la totalidad de los votantes.

Regularmente esos partidos políticos atraen a los más pequeños, formando grandes bloques de aliados, que presentan una opción única, pero diversa, el dia de las votaciones.

Somos contrarios al bi-partidismo porque ello sería castrar expresiones diversas de la sociedad dominicana, aunque sea una representación de las minorias.

Ahora bien, en el país podría surgir una tercera fuerza, que es el lugar que está reservado a los grupos progresistas o de izquierda.

Con la polarización, dos partidos del sistema presentan una opción definida dentro de la democracia representativa, pero sin alternativas de un nuevo modelo y de cambios trascendentales, aunque no radicales.

La izquierda dominicana es incapaz de plantear un programa unitario. Da pena y vergüenza que siendo la República Dominicana cuna de revoluciones y de líderes continentales de la lucha por la democracia popular, la izquierda no tenga fuerzas.

El puñado de izquierdistas se quedan en levantar la memoria de Manolo Tavarez Justo o de Francis Caamaño, pero ninguno  ha podido dar continuidad a su lucha, ni siquiera en ser fuerza unitaria.

De ahí que en el presente torneo electoral, la izquierda está fuera del juego como recurso para presentar una posición digna electoral  y mucho menos ganar.

Veremos la polarización, pero seguimos pensando que ello no debe servir de aliento para imponer el bi-partidismo.

En la demoracia, todos los sectores deben tener representación, voz y voto.













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