Las leyes laborales nunca han funcionado en el país. El
tribunal de Trabajo no ha pasado de un ejercicio limitado. Los patronos siempre
ganan. Los obreros demandan, y se tranzan, o no son atendidas sus
reclamaciones.
El Código de Trabajo fue bituperado durante muchos años,
porque se consideraba que era una herencia de Trujillo.Sin embargo, ese Código
era progresista, defendía a los trabajadores. El verdadero mal de ese Código
Trujilista del Trabajo era que nunca se aplicaba.
Un nuevo Código de Trabajo no ha resuelto los problemas.
Los patronos siguen teniendo el sartén por el mango, y los obreros no
encuentran ninguna posibilidad de que se le respeten sus derechos.
En este campo del derecho laboral, es muy poco lo que
pueden hacer los políticos, es el terreno donde se mueve el gran empresario,
que siempre trata de conseguir puntos a su favor.
Cuando no se aplica el actual Código de Trabajo, ahora
surje la presion para que se modifique sustancialmente. Da el caso de que
ninguno de esos cambios van a beneficio del trabajador.
De acuerdo con las centrales sindicales, el único punto
que respaldan es uno donde se prohíbe que sin juicio previo y decisión final
inapelable, se pueda desalojar o embargar a una empresa. Esa medida favorece al
patrón, pero con lógica los sindicalistas consideran que si se desmantela el negocio,
pierden los trabajadores.
El punto central es que los empresarios creen que pagan
demasiado dinero por la censantía de sus empleados. Ellos quieren eliminar por
siempre el pre-aviso y cualquier otro pago en el momento del despido.
Es una posicón intolerable. Una de las clausulas que más
benefician a los trabajadores es el derecho que éste tiene de dimitir, y
asegurar que se le paguen sus prestaciones.
Ahora mismo no hay justificación ni razones para aplicar
un horario de doce horas, cuatro días a la semana, pero sin disfrute de vacaciones,
ni horas extras.
Las ocho horas de trabajo, durante cinco días a la
semana, que nadie cumple porque se trabajan seis, es una de las conquistas que
más sacrificio y lucha ha costado a los trabajadores de todo el mundo.
En la República Dominicana debe ser intocable, porque las
modificaciones sólo sirven para quitar beneficios a los trabajadores.
Por ser una farsa, ni siquiera voy a comentar la versión
de que se establecería un seguro, para que los trabajadores sigan cobrando su salario,
a pesar de ser despedidos.
Pero, por Dios, si los patronos no quieren pagar la
cesantía, ¿van a pagar seguros para que loa obreros cobren luego de ser despedidos?.
Protejamos hasta nuevo aviso el Código actual, cuyo principal problema es que
no se cumple.
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