SANTO DOMINGO. Tres juristas favorecieron que la nacionalidad dominicana se siga definiendo mediante las figuras del jus soli (derecho de suelo) y el jus sanguinis (derecho de sangre).
Artagnan Pérez Méndez, entiende que en la Constitución se deben incluir tres artículos: uno que consagre el jus soli para todos aquellos que nazcan de padre y madre dominicanos en el territorio nacional, un segundo que consagre el jus sanguinis para todos los que nazcan fuera del territorio de padre y madre dominicano y no adquieran otra nacionalidad. "Y una tercera consideración sería dejar abierta la naturalización y que haya un párrafo en la carta constitutiva que establezca que la ley regulará todos los demás casos que puedan presentarse respecto a la nacionalidad", explicó a DL.
Eduardo Jorge Prats también se inclina en favor de que la nacionalidad se defina como está en la actual Carta Magna. "La nacionalidad debe seguir siendo adquirida en base a jus soli y jus sanguinis como en la Constitución vigente y debe evitarse que la integridad territorial del Estado dominicano se vea amenazada por un contingente de personas sin derechos, que es el primer paso para un gueto compuesto por ciudadanos de segunda clase que reclamen la intervención de fuerzas extranjeras", consideró el experto en Constitución.
En tanto, para Olivo Rodríguez Huerta, "la mejor solución para el interés nacional es el modelo propuesto por el Poder Ejecutivo, que combina el jus sanguinis con jus soli limitado".
Artagnan Pérez Méndez, entiende que en la Constitución se deben incluir tres artículos: uno que consagre el jus soli para todos aquellos que nazcan de padre y madre dominicanos en el territorio nacional, un segundo que consagre el jus sanguinis para todos los que nazcan fuera del territorio de padre y madre dominicano y no adquieran otra nacionalidad. "Y una tercera consideración sería dejar abierta la naturalización y que haya un párrafo en la carta constitutiva que establezca que la ley regulará todos los demás casos que puedan presentarse respecto a la nacionalidad", explicó a DL.
Eduardo Jorge Prats también se inclina en favor de que la nacionalidad se defina como está en la actual Carta Magna. "La nacionalidad debe seguir siendo adquirida en base a jus soli y jus sanguinis como en la Constitución vigente y debe evitarse que la integridad territorial del Estado dominicano se vea amenazada por un contingente de personas sin derechos, que es el primer paso para un gueto compuesto por ciudadanos de segunda clase que reclamen la intervención de fuerzas extranjeras", consideró el experto en Constitución.
En tanto, para Olivo Rodríguez Huerta, "la mejor solución para el interés nacional es el modelo propuesto por el Poder Ejecutivo, que combina el jus sanguinis con jus soli limitado".
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