Médicos y epidemiólogos de Haití y República Dominicana consideraron, además, que el combate al cólera debe hacerse de una manera integral y no sectorial.
"Hay que trabajar también para lograr que en los dos países las empresas, principalmente en las plantaciones rurales, garanticen el acceso de sus empleados a letrinas y que el agua que consuman esté potable", afirmó a Efe la directora de Promoción de la Salud de Haití, Jocelyne Pierre-Louis.
La doctora, que representó a su país en el taller celebrado junto a República Dominicana para compartir las experiencias bilaterales frente al cólera, enfatizó sobre la necesidad de educar a la población para que sepa cómo evitar el mal y sus "terribles consecuencias".
Destacó que Haití, donde el cólera mató a más de 4.800 personas desde octubre pasado, ha logrado frenar en el último mes la epidemia gracias a la eficacia de un amplio plan de educación, a la mejoría en la calidad del agua y a que cuentan con suficientes medicamentos para los afectados.
"Con la República Dominicana hemos discutido no solo sobre la coordinación para enfrentar el cólera, sino para hacerlo con otras enfermedades como el dengue y la malaria, presentes también en la isla (La Española, que ambos países comparten)", enfatizó.
De su lado, la representante local de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Lilian Reneau-Vernon, planteó la necesidad de crear mesas de trabajo permanentes entre ambos países, y de hacer inversiones públicas dirigidas a sanear el hábitat de amplios sectores de la población marginal del campo y las ciudades.
"Agua contaminada, hacinamiento y una pobre educación a la población son factores determinantes a la hora de propagar el cólera", advirtió, al tiempo de saludar la iniciativa dominicano-haitiana de reunirse para afianzar la cooperación y contarse sus experiencias.
Recordó que enfermedades como el cólera, que causó la muerte de 10 personas en República Dominicana, tienden a propagarse fácilmente, por lo que hay que mantenerse vigilante en países cercanos del Caribe y Centroamérica.
Mientras, la epidemióloga dominicana Mercedes Jiménez dijo que hay que volver a utilizar con mayor frecuencia las sales de rehidratación oral, ya que pueden ser administradas en las casas por los propios pacientes o sus familiares.
"En los últimos años se ha visto disminuir el uso de sales de rehidratación oral y creemos que es tiempo de que esto se revierta dado su bajo costo y su alta eficacia", consideró.
El encuentro de tres días giró en torno a temas como la vigilancia epidemiológica y gestión de información, red nacional de servicios de salud y acciones de prevención y promoción social contra la epidemia.
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