La estrella de los Rockies de Colorado dijo el sábado que se estaba poniendo una pomada en el corte y lo mantendría vendado dos días con la esperanza de evitar una infección y acelerar la curación.
Tanto Jiménez como el manager Jim Tracy se mostraron confiados de que el lanzador derecho, quien abrió el Juego de Estrellas para la Liga Nacional la temporada pasada, cumpliría con su apertura programada para el próximo jueves en Pittsburgh.
"Creo que estará bien, sobre todo porque tenemos un día extra" al no jugar el lunes, dijo Jiménez.
Tracy, sin embargo, dijo que no dudaría en saltear a Jiménez si sigue sintiendo los efectos de la lesión.
"Conversé con él hoy y vamos a vigilarlo atentamente, se lo puedo prometer", dijo Tracy. "Porque no quiero verlo salir e intentar lanzar así el próximo jueves, no quiero verlo".
El viernes, Jiménez no pudo agarrar la pelota de manera apropiada y carecía de efecto en sus curvas y fuerza en sus rectas. Así, entregó seis carreras y siete imparables en seis entradas contra Arizona. Por momentos, parecía que Jiménez estaba lanzando una práctica de bateo para los Diamondbacks, que ganaron 7-6 en 11 entradas.
Tras el juego, Jiménez dijo que sólo había tenido un mal día en el estadio. El sábado, reconoció la verdadera razón de su horrible presentación.
Si sigue adolorido cuando los Rockies salgan de gira por primera vez la semana que viene, el dominicano recién hará su próxima apertura cuando los Rockies visiten a los Mets de Nueva York la semana siguiente.
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