21.5.11

Frei critica a los políticos que mezclan sus funciones públicas con los negocios

El ex presidente de Chile, Eduardo Frei Ruiz-Tagle, dijo ayer que uno de los grandes males del ejercicio político moderno es mezclar las funciones de servidor público con los negocios particulares. Aseguró que quienes se inclinan por esta actividad suelen pasar del sector privado al público, pero sin abandonar sus quehaceres empresariales.


“Eso, creo, es uno de los grandes daños que sufre la política, y no solamente en nuestra América. Por eso, en el tema político, si alguno quiere dedicarse a la política, pues perfecto, pero que deje afuera los negocios. Esa mezcla es muy peligrosa”, advierte Frei. Dijo que cuando fue electo presidente, lo primero que hizo fue desvincularse de sus negocios.

Asegura que nunca tuvo problemas con esta situación. Cuenta que trabajó en una empresa de ingeniería en la que dice le fue muy bien. “Cuando tomé la decisión de dedicarme al servicio público, vendí todas mis actividades y me dediqué cien por ciento al trabajo público”, afirma, a modo de consejo para los políticos que conjugan su vida pública con sus acciones empresariales.

De su experiencia empresarial, dijo que aprendió del trabajo en equipo y a valorizar a todas las personas por igual. “Si son indispensables en una empresa, mucho mayor en un país. En mi gobierno, les daba mucho poder a los ministros y los jefes de los gobiernos regionales, porque es la única manera de conducir un país. Si uno pretende hacerlo todo, no tiene forma de ser eficiente”, dijo.

De esta experiencia, agrega Frei, salió también la idea de crear una comisión de ética para monitorear el comportamiento de sus funcionarios, y estableció una auditoría general del gobierno copiado de países desarrollados, como Estados Unidos, Inglaterra, Italia y Alemania. “Me sirvió también para comprometer el esfuerzo del gobierno en tareas bien específicas y bien concretas”, explicó Frei, entrevistado por la comunicadora Elisa Mariot, en el marco del Almuerzo Semanal de Multimedios del Caribe.

A Frei la política le corre por la sangre. Quizás por eso se le ve animado y optimista al momento de insinuar ciertos cambios en la conducta de los hombres y mujeres dedicados a este oficio. “No puedo entender una sociedad sin política”, puntualiza. Precisa que sin política no hay conducción del Estado, aunque insiste en que es necesario que el ejercicio de estas funciones se haga con estricto apego a normas éticas y sin exclusiones.

Distribución de riquezas. El ex presidente de Chile se refirió a la forma en que los países llevan a cabo procesos de distribución de las riquezas que producen. Quiso iniciar el análisis de este fenómeno, cuestionando el hecho de que en América Latina y muchos países del mundo no se respetan las instituciones, y donde los partidos políticos y parlamentos son los más perjudicados.

Para subsanar esta situación, plantea que es menester hacer esfuerzos para trabajar en la estabilización de la economía, específicamente evitando deudas fiscales y externas, que a su juicio son realidades provocadas por el populismo y caudillismo.

Puso como ejemplo a Chile, donde asegura que por esta y otras razones han existido serios problemas de desigualdad social, con sectores con marcadas diferencias de altos y bajos ingresos.

“Eso produce muchas frustraciones, especialmente en los sectores jóvenes que no se involucran en los sectores públicos ni en la política y que es un factor fundamental”, apunta. Entiende que todo el mundo tiene igual derecho de participar en los procesos de avances o desarrollo de sus pueblos.

“Ellos también quieren tener sus casas propias; quieren tener automóvil; quieren tener una segunda vivienda; quieren tener acceso a la universidad; quieren tener acceso a los bienes y eso produce muchas frustraciones en muchos sectores de la ciudadanía”, analiza.

Dijo que en este contexto, los gobiernos están para resolver los problemas de los ciudadanos y darle respuestas contundentes y convincentes a sus necesidades. Puso como ejemplo, que en su gobierno hubo significativos avances en obras de infraestructura, reformas carcelarias y judiciales, en el campo de la educación y en las políticas de reducción de pobreza.

“Nosotros, en el año 1990, cuando recibimos el país tras la dictadura, había más de un 43 por ciento en condiciones de pobreza. Hoy día, después de nuestro gobierno, más o menos un 13% de chilenos están en pobreza todavía”, calcula Frei.

Dijo que la falta de equidad en la distribución de riquezas no solamente se ve en América Latina, sino en naciones más ricas, como el caso de España, donde en las últimas semanas cientos de jóvenes se han congregado en la Puerta del Sol para exigirle a las autoridades un cambio de rumbo en las políticas públicas.

Dice que el nivel de desempleo de esta nación europea está sobre el 20% y que por esta razón la población joven de este país está en las calles reclamando medidas que contribuyan a mejorar sus condiciones de vida.

“Entonces, eso también (la mala distribución de la riqueza) es una realidad de las economías desarrolladas. También hemos visto en los últimos meses en el norte de África, donde la gente busca un sistema democrático; busca transparencia del ejercicio público. Busca transparencia en la política y acceso a los bienes que tienen los países”, sostuvo.

“En el mundo moderno, los países funcionan cuando hay un trabajo muy mancomunado entre el trabajo del sector privado y el sector público. Pero el sector público regula. Está para normar el Estado, para que haya equilibrio y estabilidad. Y sobre todo para proteger a los más débiles”, indicó.

“Los políticos representamos lo que es la sociedad”

El dirigente del Partido Demócrata Cristiano de Chile luce seguro de sus convicciones. Y comparte sus experiencias con planteamientos que describen escenarios donde creció y, confiesa, quiere seguir viviendo: la política. “En las sociedades, los políticos representamos lo que es la sociedad.

O sea, cuando hay corrupción en la política, no es solamente en la política, hay corrupción en la sociedad, porque para que haya corrupción tiene que haber alguien que pone los recursos y otro que los reciba”, razona. En su visita a Multimedios del Caribe, el político chileno habló de todo un poco.

Hasta de sus cuatro hijas y sus posibles inclinaciones por esta carrera. Se le preguntó cuál sería su actitud si una de ellas decide seguir los caminos de su progenitor. Y esto fue lo que respondió: “lo que yo aprendí de mi padre, también lo he practicado en mi familia: libertad. Mi padre nunca me presionó por una u otra cosa”.

Eduardo Alfredo Juan Bernardo Frei Ruiz-Tagle nació en Santiago de Chile, el 24 de junio del 1942. Es el cuarto de siete hijos procreados por su padre, Eduardo Montalva, quien gobernó ese país entre el 1964 y 1970. Frei fue presidente en el período 1994-2000. Su administración fue la segunda tras la salida del dictador Augusto Pinochet (1973-1990).

“El centralismo mata a nuestros países”

Haber sido presidente y actualmente senador electo de su país representa para Frei una experiencia especial, debido a que su padre también ocupó esa posición. Comenta que tenía el reto de demostrar a los partidos de oposición de esa nación que podía hacer carrera política por cuenta propia y salir airoso en eventuales procesos comiciales.

Sostuvo que con los años ha ido construyendo su propia trayectoria política. Además de haber sido presidente, electo con el 58% de los votos, en estos momentos es senador por las regiones de Los Ríos y Los Lagos, para ocupar un período congresual comprendido entre el año 2006 al 2014.

“Al principio, era un tema muy debatido en Chile, en los años 80’ y 90’, cuando dejé mi carrera profesional y me dediqué a la política. Los adversarios me decían, es hijo de su padre y no tiene mayor historia”, comenta Frei.

Cuenta que decidió buscar un cargo legislativo, basado en el criterio de que “el centralismo mata a nuestros países”. Explica que en estas circunstancias compitió por la senaduría que ostenta y que representa a dos regiones de Chile con las que dice ha tenido la oportunidad de trabajar de cerca. “Estoy muy contento. Soy hoy día el presidente de la Comisión de Hacienda, de la Comisión del Presupuesto de todo el Congreso Nacional y estamos activos en la política, como siempre”, expresó Frei.

De dirigente estudiantil a presidente

El ex presidente de Chile proviene de una familia de siete hermanos. Cuenta que no obstante ser miembro de una estirpe de gran incidencia en la vida pública de su país, trata de llevar una vida normal. “Cuando mi padre fue electo presidente, estaba en la universidad, en cuarto año de ingeniería. Seguí con mis estudios.

Iba a la universidad como cualquier estudiante. Nunca necesité llevar guardias”, comentó Frei. Recuerda que sus estudios universitarios los combinó con una vida activa de dirigente en la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile.

En esa época, Chile tenía unos ocho millones de habitantes. Añade que cuando terminó la universidad se fue a Italia, a seguir formándose en el mundo académico y profesional, siendo su padre aun presidente. Frei remembró que estando en Italia comenzaba la fiebre de la tecnología, fundamentalmente con el uso de la computadora. Y haber vivido este proceso lo motivó para que su gobierno prestara atención a la articulación de políticas orientadas al desarrollo de las telecomunicaciones. “Hoy día, en Chile hay 20 millones de celulares.

Hay más celulares que habitantes. Han cambiado los sistemas de comunicación. Han cambiado las realidades y, por lo tanto, uno tiene que tener la capacidad de interpretar esa realidad”, aconsejó. Frei dijo que estos procesos inciden en la forma de hacer política.

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