16.6.11

Endy Chávez regresó de una terrible lesión para ayudar a Texas

Endy Chávez
NUEVA YORK - Considerando la lesión tan severa que sufrió en su rodilla derecha, y tras una espera de tres meses para poder someterse a rehabilitación, el gerente general de los Rangers Jon Daniels no sabía cuándo, o si, el venezolano Endy Chávez volvería para contribuir con el equipo.


Pero el veterano jardinero había sido una influencia por demás positiva para los jugadores jóvenes en el complejo de ligas menores, y con su agradable y contagiosa personalidad, no le quedó otra a los Rangers que volverlo a contratar para esta temporada.

"Me dije, 'No tengo nada que perder'", recordó Daniels. "Lo peor que puede pasar es que haya traído a un excelente ser humano".

Es increíble cómo algunas veces este tipo de cosas generan historias de éxito.

Chávez -- firmado por Texas a contratos consecutivos de liga menor después de un brutal choque en 2009 con el cubano Yuniesky Betancourt en Seattle - es ahora una de las razones por la que los Rangers pueden darse el lujo de ser barridos por los Yankees en una serie de cuatro juegos y aún así mantener una ventaja de 1 ½ juegos en la División Oeste de la Liga Americana.

El venezolano llegó al rescate cuando los tres jardineros titulares de los Rangers quedaron fuera de acción, convirtiéndose en la bujía ofensiva que los mantuvo a flote, para después seguir produciendo incluso cuando el jardinero central titular -- Julio Borbón - estaba lo suficientemente sano para jugar.

Sí, una de las razones más grandes para el éxito de los campeones defensores de la Liga Americana -un club cuyo lineup se combina para 14 apariciones en el Juego de Estrellas - se debe al aporte de quien ha sido un jardinero reserva en casi toda su carrera en Grandes Ligas y quien pasó 23 meses sin ver acción en un juego de Grandes Ligas.

Es por casos como este que amamos el deporte.

"Siempre que ves a un pelotero sufrir una severa lesión, luego trabajar para recuperarse y contribuir con un equipo a este nivel, te demuestra que fue perseverante, que es mentalmente fuerte y que está dispuesto a hacer lo que esté a su alcance para aprovechar al máximo su habilidad", dijo el capitán de los Rangers, Michael Young, acerca de Chávez. "Como equipo estamos viendo los resultados de su perseverancia".

Chávez es un pelotero que ha dejado huella dondequiera que ha jugado, sin importar con qué frecuencia lo ha hecho. El venezolano estaba haciendo justo eso para los Marineros de Seattle en 2009, aportando su gran velocidad, defensa y energía.

Luego llegó el 19 de junio.

En el quinto inning de un juego de Interligas en contra de los D-backs ese día, Chávez atacó un elevado corto, Betancourt hizo también por el batazo, y ambos chocaron - provocando que Chávez girara en al aire y cayera pleno en dolor en los jardines del Safeco Field.

"Simplemente estaba tratando de ser agresivo, nunca pensé que él estaría tan cerca", dijo Chávez sobre el shortstop de los Marineros. "Y cuando lo vi me sorprendí, pero ya no pude detenerme. Yo iba corriendo a toda velocidad y me estrellé con él".

El encontronazo fue devastador para el venezolano.

Chávez se desgarró los tendones de su rodilla derecha y sufrió un fuerte golpe en el hueso. Y antes de que se sometiera a una operación tuvieron que pasar algunas semanas para que bajara la inflamación.

Los Rangers entonces hicieron una maniobra inteligente: Decidieron firmar a Chávez justo antes de los entrenamientos primaverales del 2010.

Luego cometieron un error: Apresuraron su regreso.

Un año más tarde, a finales de junio la temporada pasada, Chávez estaba de regreso en el terreno y ascendiendo en el sistema de ligas menores hasta tener su primer juego en Triple-A el 8 de julio. Ese día, la rodilla operada de Chávez sufrió una tremenda inflamación y lo dejó fuera de la temporada después de apenas ocho juegos en ligas menores.

El muchacho no estaba listo - y hasta ese momento, Chávez dudaba si alguna vez volvería a estarlo.

"En ese momento pensamos que estaba listo y decidimos darle una oportunidad", recuerda Daniels. "Pero lo cierto es que necesitaba más tiempo para recuperarse. Pero lo que me sorprendió es cómo manejó la situación. Creo que muchos jugadores hubieran culpado a la organización".

Chávez nunca se dio por vencido. Los médicos le dijeron que necesitaba dos meses más de rehabilitación, entonces decidió tomarse tres meses para estar seguro. Entonces - después de volver a firmar con los Rangers otro contrato de liga menor en diciembre - el veterano jardinero obtuvo la preparación que necesitaba al participar en la liga invernal de su país.

Y el 14 de mayo, su turno finalmente llegó.

Una lesión en el tendón de la corva obligo a Borbón a unirse a los jardineros Josh Hamilton y el dominicano Nelson Cruz en la lista de lesionados, y los Rangers necesitaban a alguien los ayudara a mantenerse a flote.

Chávez fue, y sigue siendo, ese alguien.

El venezolano bateaba hasta el jueves para .361 de promedio con un porcentaje de embasarse de .409 en 18 juegos como jardinero central titular en contra de lanzadores derechos (lo que quiere decir que ve acción en la mayoría de los partidos).

Del 14 al 23 de mayo, mientras Hamilton y Cruz estaban fuera, Chávez bateó para .333 para ayudar a los Rangers a mantenerse a flote. Y cuando Cruz y Hamilton regresaron, el venezolano siguió aportando a la ofensiva.

De repente, Daniels enfrentaba una difícil decisión cuando Borbón estaba listo para regresar el 3 de junio - arriesgarse a perder a un encendido Chávez mediante la lista de waivers, o enviar a Borbón a ligas menores.

Daniels decidió jugársela con Chávez debido a que "sintió que los jugadores que en ese momento tenía eran los más aptos para el funcionamiento del equipo".

El empuje, la personalidad y la vibra que emana Chávez tiende a tener ese efecto en los equipos.

"Aporta mucha energía al equipo", dijo Cruz, quien rápidamente se convirtió en un buen amigo de Chávez.

"Los muchachos aquí lo quieren mucho", destacó Young. "Siempre deja todo en el terreno, pero a la vez se divierte. A los muchachos les agrada jugar junto a él".

Chávez se ha caracterizado siempre por contagiar a sus compañeros con su forma de ser y de jugar.

Ahora lo está haciendo en lo que pudiera considerarse el papel más importante en su carrera en Grandes Ligas - a pesar de haber sufrido uno de los peores reveses en su vida.

"Tenía el deseo de regresar a Grandes Ligas, pero no sabía si eso sería posible", manifestó Chávez. "Fue difícil. No sabía si volvería a jugar. Pero ahora estoy aquí, sano. Se siente bien estar de regreso en el terreno".

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