5.6.11

NBA | Miami Heat 88 - Dallas 86

La persistencia de Dirk Nowitzki no pudo con la defensa de Miami, que se llevó el tercer partido de la final de la NBA y recuperó el factor cancha (88-86) en un American Airlines Arena de Dallas encendido a más no poder. Tuvo mérito llevarse el gato al agua en semejante ambiente.
Los de Lebron James, con Dwyane Wade como gran estrella con 29 puntos y 11 rebotes, aguantaron los envites de los Mavericks y forzaron la victoria en la última posesión. Nowitzki falló el lanzamiento de dos final.

El tercer choque fue otro toma y daca de alto voltaje, con suficientes parciales como para marear a cualquiera y mucha intensidad defensiva en ambas partes. De hecho, James aportó tan sólo 18 puntos, por debajo de su media habitual, y en el lado texano no hubo exhibición desde la línea de tres de sus tiradores.

Casi toda la responsabilidad ofensiva recayó en Nowitzki, brillante como siempre con 34 puntos y 11 rebotes, pero con poca ayuda de las otras estrellas del conjunto. Sólo Jason Terry estuvo a la altura con 15 puntos, escaso balance para un equipo con tanto recurso.

A Miami le bastó con el equilibrio de sus tres figuras, con un Chris Bosh intermitente que al final aportó canastas de importancia pese a su mal porcentaje de tiro (7 de 18).

Dallas recurrió de salida a la explosividad de sus tiradores para encender a la grada, frente al juego cuerpo a cuerpo de Miami, escocido tras una derrota casi incomprensible con 15 puntos de ventaja a falta de 7 minutos para el final. A Miami le salió bien y Dallas fue a remolque durante toda la primera parte, con Nowitzki bien sujeto por la defensa visitante —gran trabajo de Joel Anthony—, y con James y Wade acompañados por sus secuaces.

Las dos estrellas de Florida firmaron canastas brutales, juego físico como argumento para volver a encarrilar la serie y soñar con el anillo. Como el pasado jueves, los de Erick Spoelstra volvieron a disfrutar de una jugosa renta, 14 puntos a pocos minutos del descanso (45-31), recortada de nuevo por una reacción colectiva de los texanos para un parcial de 11-2 que dejó el partido abierto en puertas de los dos cuartos decisivos (41-45).

La reanudación marcó el inicio de una montaña rusa en el marcador que terminó por perjiducar al primero en golpear, Miami. James y su banda salieron decididos a recuperar la cómoda ventaja del segundo cuarto y lo consiguieron de forma efímera gracias a un 8 puntos consecutivos. Dallas respondió de forma furiosa con 15 puntos frente a los dos de un rival completamente ‘noqueado’. Los Mavericks pusieron las tablas en el marcador (57-57) y el American Airlines Arena volvió a rugir.

Nowitzki, como no, tuvo mucho que ver en el acelerón de los suyos, con 9 puntos en el tercer cuarto, acompañado por el buen hacer de un constante Jason Terry —15 puntos y por el base suplente, Juan José Barea.

Miami parecía abocado a una derrota dolorosa pero sacó pecho gracias a un estelar Wade, que mantuvo la ventaja de los suyos en torno a los seis puntos. Fabuloso pero incapaz de frenar a la fuerza alemana de la naturaleza, autor de 13 de los 15 puntos de los suyos en el último cuarto y responsable de que Dallas forzase un final apretado. Le falló la última posesión y James tiene más cerca su sueño dorado. Un anillo.

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