24.9.11

A Pleno Sol .....El transfuguismo....Por Manuel Hernández Villeta


El tranfuguismo es una de las manifestaciones políticas más dolorosa, condenable y asqueante.

El trauma no es porque un activista se vaya de un partido a otro, sino que exista en el partidarismo la falta de consistencia ideológica.


Lo que provoca el transfuguismo, es que desapareció la ideología y sólo existe el dinero y el afán de llegar a áreas de poder.

Lo único que evita el trasiego político, son las diferencias ideológicas.

En lo económica, ya hay una marcada diferencia por el poder social, y cada cual va a su área de vida, por más trepador que sea.

A nadie se le podía ocurrir, ni de juego, que un reformista se pasará al PRD en la época del doctor Joaquín Balaguer.
Fueron casos muy aislados de dirigentes perredeistas que se aliaron al doctor Balaguer, sin necesariamente ser miembros del Partido Reformista.
Recuerdo los casos de dos secretarios generales del PRD que terminaron refugiados en los brazos del doctor Balaguer.

Más que transfugas, eran dirigentes que se habían quedado desfasados, y no encajaban en la dinámica que imprimía al PRD el doctor José Francisco Peña Gomez.

De los fundadores del PRD, una parte considerable pasaron a colaborar con Balaguer, porque en su base de pensamiento estaban más ligados a él que a Bosch o Peña Gómez.

En la izquierda, se cuentan con los dedos de una mano y sobran casi todos, los que colaboraron con el doctor Balaguer de modo oficial, y creo que casi ninguno se hizo reformista.

Uno de los más prestigioso historiadores y socio-político dominicano, por rencillas personales, apoyó el golpe de Estado y fue complaciente con el Balaguer emergente, para después pasar a ser uno de sus principales críticos.

El mayor punto de coincidencia del doctor Balaguer con las izquierdas fue cuando lanzó las leyes agrarias. Significó el desmembramiento inicial del Partido Comunista Dominicano, y una sorda lucha de poder en la base terrateniente-militar balaguerista.

Los dueños de tierras y vacas cercanos al doctor Balaguer dieron el grito al cielo y se opusieron a esas reformas de papel, mientras que Vincho Castillo rompía alambradas para hacer valer el estribillo de que la tierra es del que la trabaja.

La izquierda dio su respaldo a las leyes agrarias, y también al Movimiento Agrario Reformista, pero estuvo muy lejos del transfuguismo de hoy.

Más que cambio de boina a sombrero, se jugó a la revolución con el choque de Pérez y Pérez y Nivar Seijas. El general amagó y no dio.

Los culpables del transfuguismo no son los seudos políticos que cambian de chaquetas, sino los líderes de los principales partidos nacionales.

Ellos han permitido que se eliminen las líneas sociales, políticas e ideológicas que deben separar a un partido del sistema, y otro que busca reivindicaciones sociales.

Los partidos actuales en muchas ocasiones son siglas, pero todos tienen la misma forma de acción. Cambian los hombres y las caras, por eso es tan fácil pasar de uno a otro.

Tendremos que volver a las luchas ideológicas, que es lo único que pone distancia entre los sectores políticos.
Para eso hay un largo trecho que recorrer, por lo que veremos a diario los cambios de chaqueta con miras a las venideras elecciones presidenciales.