5.12.11

Unidad latinoamericana


América Latina está dando pasos en firme hacia su unidad e integración. 
Esa unidad está llegando ahora a través de gobiernos de nuevo cuño, cuyos dirigentes comprenden que sin unidad, es difícil que el continente salga del abandono y el saqueo a que lo someten las grandes potencias.


Esta lucha la están librando gobiernos con tintes democráticos, encabezados por Hugo Chavez, presidente de Venezuela.

En su primer paso, ese bloque unitario se alejó de los Estados Unidos y Canadá, que a nivel del conglomerado latinoamericano podrían,  ser catalogadas de naciones desarrolladas y una superpotencia.

Los Estados Unidos en la práctica  se constituyen en el jefe de la Organización de Estados Americanos, una institución que si bien es necesaria tiene que modificar su accionar.

Parecería que la OEA desde su creación está más empeñada en seguir las órdenes de los Estados Undios que en profundizar los esfuerzos  contra el hambre, el analfabetismo y el desempleo en el continente.

Por suerte, en casi  toda América Latina se pasó de la etapa de los gorilas, que era cuando los  militares gobernaban, llegado a través de golpes de Estados, y desconociendo los resultados electores de gobiernos democráticos.

Lo más importante, es que también hay una adecuación de los nuevos tiempos de las izquierdas latinoamericanas.

Ya los grupos de izquierda han dejado el fusil, y han conquistado el poder mediante los votos, y luchan para realizar transformaciones sociales.

Uno de los casos más patéticos es el de Brasil, donde su presidenta fue guerrillera, estuvo presa dos años y luchó contra la dictadura de los militares.

Cuba, a través de Raúl Castro, se ha integrado a buscar la unidad de América Latina, y sólo resta que los Estados Unidos le quiten el bloqueo económico, y que la OEA la instale de nuevo en su curul.

Pero todo podría fracasar si en las elecciones de cada país  pierden los líderes que encabezan los gobiernos que  están tratando de fomentar la unidad latinoamericana.

Esos gobernantes tienen ahora una mayor obligación del buen desarrollo de  su mandato interno, de las obras sociales que hagan, del buen gobierno que lleven a cabo, porque sobre ese pedestal es que se mantendrá la unidad latinoamericana.
Hay otro fenómeno interesante. En América Latina también hay países, como el caso Chileno, que  miran hacia atrás e instalan en el poder a los neo-pinochetistas.

Lo trascendental es que ahora hay una lucha política, que se deberá decidir por votos, y no por balas, y dentro del marco de la concertación y la civilización, hay que fortalecer la unidad latinoamericana.

Manuel Hernández Villeta es periodista dominicano

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