Cuando se va a reanudar el año Escolar, el momento es bueno
para que hagamos algunas precisiones.
La única finalidad de esa evaluación es realizar un
examen a fin de año, para demostrar que la mayoría de los bachilleres salen
semi-analfetas.
Culpa sobre todo de los profesores que imparten docencia,
muchos de los cuales se ocupan mas de las actividades sindicales que de
capacitarse.
Después que cada
liceo público y colegio privado imparte sus exámenes, se llevan a cabo las
pruebas nacionales, que sirven para hacer las evaluaciones de grado.
Esas Pruebas Nacionales son tan vulnerables, que cuando
se están impartiendo, en las esquinas donde se reúnen los estudiantes se venden
hasta a mil pesos el conjunto.
En sentido general, no vale la pena seguir invirtiendo
mil millones de pesos anuales para demostrar lo que todos sabemos, que los
estudiantes salen con muchas lagunas en la educación básica.
Lo ideal es que se
haga un reforzamiento de las etapas primaria, intermedia y secundaria, y
que esos recursos se destinen a mejorar a los profesores y a modernizar las condiciones
para la docencia.
Organismos internacionales, lidereados por las Naciones
Unidas, obligaron a que las autoridades dominicanas aplicaran las llamadas Pruebas
Nacionales, que no sirven para nada.
Reconozco que el modelo educativo dominicano está
mejorando, que se está capacitando a los profesores, y ofreciendo alternativas a los
estudiantes, pero se necesitan mas recursos.
Se tiene que retornar al modelo anterior de exámenes en
los cursos del bachillerato. Recuerdo que cuando cursaba el cuarto de
Bachillerato los exámenes se impartían en una escuela distante donde se
estudiaba. De ahí se garantizaba que los profesores no tuvieran favoritismo.
La Educacion dominicana necesita más recursos, pero lo
ideal es que se puedan optimizar las facilidades que hay disponibles ahora
mismo, y que las mismas se puedan integrar a la plena modernización de la
docencia.
Por otro lado, el desayuno escolar debe ser reforzado, y
se debe integrar un patronato para que
lo administre.
El profesor encargado de impartir docencia, no puede
estar repartiendo bizcochitos y vasitos de leche. Se pierde el sentido de
autoridad, y se descuidan otras funciones.
Debe crearse un
patronato central que administre el desayuno escolar, y luego una directiva por
cada colegio.
Uno de los grandes logros de la educación dominicana es
el desayuno escolar, y no puede desaparecer.
Tiene que ser preservado, pero debe ser actualizado en su
mecánica de administración y distribución. Además, es la unica garantia de que
las familias pobres encontrarán incentivos par enviar a sus hijos a las
escuelas.
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