GUERRA, Santo Domingo.- El comercio, la docencia y el transporte fueron paralizados ayer por completo en este municipio, donde sus moradores demandan la construcción de una serie de obras que según indican no permiten que la comunidad se desarrolle.
Más de un millar de persona se lanzaron a las calles con pancartas en manos y lanzando consignas durante una marcha pacífica convocada por el Bloque de Organizaciones Comunitarias por el Desarrollo Integral de Guerra, en demanda del arreglo de las calles y otras 15 reivindicaciones.
“Ya este pueblo está harto, harto, harto”, decían una y otra ves los manifestantes quienes caminaron desde el parque central hasta las afueras del municipio y regresaron al punto de partida donde hicieron una gran concentración que en todo momento estuvo escoltada por policías.
Entre otras demandas exigen un distrito escolar, la construcción de oficinas gubernamentales, un edificio para alojar la Policía Nacional y la Fiscalía, así como la rehabilitación de los caminos vecinales que comunican unas 70 comunidades con la parte urbana de Guerra.
También demandan la instalación de un juzgado de paz, ordenar la Policía y la Fiscalía, entre otras necesidades que le fueron prometidas cuando elevaron a Guerra a categoría de municipio.
El padre Antonio Marcelino, vocero de los manifestantes, destacó que los habitantes de Guerra esperan la construcción de las calles del casco urbano, así como las aceras y contenes de la mayoría de los barrios que son de polvo y lodo.
También la instalación de un sistema de drenaje pluvial, la reconstrucción de la carretera Cruce de Guerra con carretera Mella y Mojarra-Guerra y todos los caminos vecinales de las secciones y paraje que conforman este municipio que se están intransitables.
Pidió al presidente Leonel Fernández atender sus reclamos a la mayor brevedad posible, porque enfrentan serias dificultades de forma cotidiana.
“Ya no queremos más promesas, lo que queremos son soluciones. Este pueblo ha sido olvidado por muchos años y estamos cansados de tantos engaños que hemos recibido de todos los gobiernos de turno. Es por eso que decimos que basta ya. Estamos hartos de ser un pueblo marginado y olvidado por las autoridades”, comentó.
De su lado, Julio Castro precisó que el Ayuntamiento del municipio ha hecho algunas labores paliativas para mejorar las condiciones de las calles, pero no cuenta con los recursos para embarcarse en obras de la magnitud que demanda este municipio.
“Desde que llueve no se puede penetrar a los campos donde la gente produce y en la zona urbana es difícil circular por la cantidad de charcos de agua y el lodo que se genera. El Gobierno nos ha engañado y nos tiene tres años sólo de promesa en promesa y primer picazo sin resolver nada”, agregó.
Más de un millar de persona se lanzaron a las calles con pancartas en manos y lanzando consignas durante una marcha pacífica convocada por el Bloque de Organizaciones Comunitarias por el Desarrollo Integral de Guerra, en demanda del arreglo de las calles y otras 15 reivindicaciones.
“Ya este pueblo está harto, harto, harto”, decían una y otra ves los manifestantes quienes caminaron desde el parque central hasta las afueras del municipio y regresaron al punto de partida donde hicieron una gran concentración que en todo momento estuvo escoltada por policías.
Entre otras demandas exigen un distrito escolar, la construcción de oficinas gubernamentales, un edificio para alojar la Policía Nacional y la Fiscalía, así como la rehabilitación de los caminos vecinales que comunican unas 70 comunidades con la parte urbana de Guerra.
También demandan la instalación de un juzgado de paz, ordenar la Policía y la Fiscalía, entre otras necesidades que le fueron prometidas cuando elevaron a Guerra a categoría de municipio.
El padre Antonio Marcelino, vocero de los manifestantes, destacó que los habitantes de Guerra esperan la construcción de las calles del casco urbano, así como las aceras y contenes de la mayoría de los barrios que son de polvo y lodo.
También la instalación de un sistema de drenaje pluvial, la reconstrucción de la carretera Cruce de Guerra con carretera Mella y Mojarra-Guerra y todos los caminos vecinales de las secciones y paraje que conforman este municipio que se están intransitables.
Pidió al presidente Leonel Fernández atender sus reclamos a la mayor brevedad posible, porque enfrentan serias dificultades de forma cotidiana.
“Ya no queremos más promesas, lo que queremos son soluciones. Este pueblo ha sido olvidado por muchos años y estamos cansados de tantos engaños que hemos recibido de todos los gobiernos de turno. Es por eso que decimos que basta ya. Estamos hartos de ser un pueblo marginado y olvidado por las autoridades”, comentó.
De su lado, Julio Castro precisó que el Ayuntamiento del municipio ha hecho algunas labores paliativas para mejorar las condiciones de las calles, pero no cuenta con los recursos para embarcarse en obras de la magnitud que demanda este municipio.
“Desde que llueve no se puede penetrar a los campos donde la gente produce y en la zona urbana es difícil circular por la cantidad de charcos de agua y el lodo que se genera. El Gobierno nos ha engañado y nos tiene tres años sólo de promesa en promesa y primer picazo sin resolver nada”, agregó.
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