LOS ANGELES - Mientras los expertos ponderan la suspensión por dopaje de Manny Ramírez y sus posibles consecuencias, el equipo del dominicano no tiene tiempo para eso.
"El talento de Manny en el corazón del lineup es bastante increíble, pero no lo tenemos por lo tanto no nos vamos a sentar a desear que lo tuviéramos", dijo el piloto Joe Torre. "Yo perdí a David Cone en 1996 (debido a una aneurisma). Lo queríamos en la rotación abridora, pero no podía estar ahí. Tenemos que tomar esto como una lesión por la cual va a estar fuera un tiempo y tenemos que lidiar con eso hasta que regrese".
De un punto de vista pragmático, esa es básicamente la opinión unánime en el clubhouse de Los Angeles. La suspensión de Ramírez no es la peor que han sufrido los Dodgers en su historia. El taponero Steve Howe fue suspendido por toda la temporada de 1984 por consumir cocaína.
"El resultado es igual que si hubiera sido una lesión", dijo el veterano Mark Loretta. "Manny es uno de los mejores, si no el mejor bateador, pero no está disponible. Casi todos los equipos pasan por épocas cuando uno de sus contribuidores claves está fuera".
"Todos en el béisbol lo tienen que ver como una lesión", dijo Brad Ausmus, el jugador de más experiencia en el equipo. "Sin importar como sucedió, mentalmente, hay que verlo de la misma forma. No está aquí y no podemos estancarnos en eso. Tenemos que seguir adelante hasta que regrese. No hay nada de qué hablar. Hablando no se van a mejorar las cosas. Ya estamos lidiando con esto. Nadie necesita más información. Estará ausente por 50 partidos".
Torre, quien dijo que estaba "exhaustado" después de una conferencia de prensa y una derrota ante los Nacionales, no estaba tan seguro.
"No creo que yo hayamos asimilado aún", dijo Torre. "Estamos tan acostumbrados a verlo. Pero podría haber sido una lesión que lo marginara. La realidad es que tenemos que obligarnos a seguir adelante. Definitivamente lo vamos a extrañar, pero así no podemos vivir. Será una distracción pero eventualmente se desvanecerá".
El infielder veterano Casey Blake recapituló esa actitud cuando dijo en torno a la ausencia de Ramírez, "No veo ni siento ningún impacto. Como he dicho antes, sí somos mejor equipo con él. Aún sin él somos un equipo muy bueno."
Agregó, "Somos competidores. Este es nuestro trabajo y lo tomamos en serio. Tengo fe en todos aquí. Hay que superar la adversidad en la vida y en el trabajo".
"El talento de Manny en el corazón del lineup es bastante increíble, pero no lo tenemos por lo tanto no nos vamos a sentar a desear que lo tuviéramos", dijo el piloto Joe Torre. "Yo perdí a David Cone en 1996 (debido a una aneurisma). Lo queríamos en la rotación abridora, pero no podía estar ahí. Tenemos que tomar esto como una lesión por la cual va a estar fuera un tiempo y tenemos que lidiar con eso hasta que regrese".
De un punto de vista pragmático, esa es básicamente la opinión unánime en el clubhouse de Los Angeles. La suspensión de Ramírez no es la peor que han sufrido los Dodgers en su historia. El taponero Steve Howe fue suspendido por toda la temporada de 1984 por consumir cocaína.
"El resultado es igual que si hubiera sido una lesión", dijo el veterano Mark Loretta. "Manny es uno de los mejores, si no el mejor bateador, pero no está disponible. Casi todos los equipos pasan por épocas cuando uno de sus contribuidores claves está fuera".
"Todos en el béisbol lo tienen que ver como una lesión", dijo Brad Ausmus, el jugador de más experiencia en el equipo. "Sin importar como sucedió, mentalmente, hay que verlo de la misma forma. No está aquí y no podemos estancarnos en eso. Tenemos que seguir adelante hasta que regrese. No hay nada de qué hablar. Hablando no se van a mejorar las cosas. Ya estamos lidiando con esto. Nadie necesita más información. Estará ausente por 50 partidos".
Torre, quien dijo que estaba "exhaustado" después de una conferencia de prensa y una derrota ante los Nacionales, no estaba tan seguro.
"No creo que yo hayamos asimilado aún", dijo Torre. "Estamos tan acostumbrados a verlo. Pero podría haber sido una lesión que lo marginara. La realidad es que tenemos que obligarnos a seguir adelante. Definitivamente lo vamos a extrañar, pero así no podemos vivir. Será una distracción pero eventualmente se desvanecerá".
El infielder veterano Casey Blake recapituló esa actitud cuando dijo en torno a la ausencia de Ramírez, "No veo ni siento ningún impacto. Como he dicho antes, sí somos mejor equipo con él. Aún sin él somos un equipo muy bueno."
Agregó, "Somos competidores. Este es nuestro trabajo y lo tomamos en serio. Tengo fe en todos aquí. Hay que superar la adversidad en la vida y en el trabajo".
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