Los Piratas fueron una vez el equipo que reinaba sobre las demás franquicias de Pittsburgh, el de Roberto Clemente, Bill Mazeroski, Willie Stargell y Barry Bonds. Ahora, en 2011, la ciudad tiene en el olvido a sus Piratas,
justificadamente avergonzada por 18 campañas sucesivas de más derrotas que victorias, la racha más larga en la historia de todos los deportes profesionales en Estados Unidos.
Por algo es que viven a la sombra de las franquicias de NFL (la más laureada en la historia del último Super Bowl) y hockey sobre hielo (campeones en 2009).
Lo peor es que vienen de un año que no pudo ser más abismal, uno de 105 reveses, y en el que completaron la Triple Corona que nadie quiere: últimos en bateo, pitcheo y defensa en la Liga Nacional. Sólo los Piratas de 1952 (42-112) perdieron más juegos en la era moderna del béisbol.
¿Algún atisbo de que este marasmo acabará? ¿Luz al final del túnel?
Pues sí, la hay. La aparición de valores como el antesalista Pedro Alvarez, los jardineros José Tábata y Andrew McCutchen y el intermedista Neil Walker podría cambiar las cosas a mediano plazo.
La cuestión es que todos ellos y varios más prospectos en las menores sigan en una espiral de alza, y luego saberlos retener.
El constante problema de los Piratas desde que Barry Bonds se fue a San Francisco, tras llevarles a la postemporada en 1992, es que han producido nuevas figuras que luego han tenido que transferir al no contar con el dinero para ofrecerles contratos jugosos.
Más terrible es que, en líneas generales, los traspasos de gente como Jason Bay, Brian Giles, Jason Schmidt y Aramis Ramírez son vistos como malos negocios.
En fin, no siempre se puede estar en la lona.
El dueño Bob Nutting declaró que la campaña del año pasado fue inaceptable y se comprometió en modificar el modus operandi
"Es fundamental que ellos (los jugadores) entiendan que 2011 no será un año en el que una pequeña mejora es lo adecuado", dijo Nutting al relatar el mensaje que pronunció al iniciar la pretemporada. "Hasta que salgamos campeones de la Liga Nacional, no vamos a quedar satisfechos con avances modestos".
Los Piratas confían que la llegada del nuevo manager Clint Hurdle pueda ser la inyección de adrenalina que los sacuda de su letargo.
Hurdle fue el piloto de los Rockies de Colorado que alcanzaron la Serie Mundial de 2007 y el año pasado hizo de coach de bateo de los Rangers de Texas, los campeones de la Liga Americana.
"No me cabe duda que cada individuo que estuvo antes que yo los últimos 18 años tuvo las mejores intenciones, quiso cambiar", dijo Hurdle. "A veces son cosas inoportunas, en muchas es cuestión de talento. Ahora mismo, yo creo que tenemos una combinación de varios factores que se están amalgando en el momento perfecto".
Si la idea de Hurdle es dar el giro de 180 grados en la Central de la Liga Nacional y emular a Tampa Bay, Detroit y Cincinnati, otros que salieron del pozo, el elemento clave está en menos de gente como el dominicano Alvarez, la segunda selección del 'draft' de 2008.
Su debut el año pasado generó un nivel de entusiasmo que no se veía desde la era de Bonds, y respondió con 16 jonrones y 64 impulsadas en 347 turnos.
También está el jardinero central McCutchen, quien viene de una campaña con .286 de promedio, 16 jonrones y 33 robos como primero al bate.
Walker (.296 con 66 producidas) y Tábata (.400 de slugging y 93 hits en la segunda mitad) cumplieron alentadoras campañas como novatos.
El veterano Lyle Overbay (20 jonrones y 67 producidas) llega procedente de Toronto para cubrir a la inicial y robustecer la frágil defensa en el cuadro interior, que se completa con el campocorto venezolano Ronny Cedeño (.256 y 38 remolcadas).
La presencia de Overbay permite que Garrett Jones pase al bosque derecho, donde se alternaría con Díaz. Jones ha acumulado dos campañas seguidas con al menos 20 jonrones.
También se repartirá el tiempo detrás del plato entre Ryan Doumit y Chris Snyder.
Pero el lastre está en la rotación, la peor en prácticamente todo en 2010 y sin nadie que logró una efectividad abajo de 4.00.
El zurdo Paul Maholm fue el líder con nueve victorias. Ross Ohlendorf registró la mejor efectividad (4.07), pero apenas ganó un juego. James McDonald, Kevin Correia y Charlie Morton completan el quinteto. De todos, McDonald (3.52 de efectividad en 11 aperturas tras llegar de los Dodgers) es quien tiene más potencial.
Joel Hanrahan será el cerrador, con Evan Meek como su preparador.
Si bien no volverán a perder 100 partidos, los Piratas difícilmente evitarán quedar últimos por quinto año seguido. Pero lo importante es dar los primeros pasos hacia un futuro mejor.
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