En declaraciones ante la prensa el martes el jefe del Estado Mayor del ejército de la 'Libia Libre', Abdelfatah Yunes, ha declarado que "la Otan nos ha decepcionado".
Yunes asegura que "están muriendo civles cada día", en particular en Misrata, sin que la OTAN responda atacando a la artillería de Gadafi.
"Nos dan la excusa de que puede haber daños colaterales", ha insistido Yunes, que exige que continúen los bombardeos aliados.
Hacia el final de la comparecencia del jefe del Estado Mayor un joven ha irrumpido en la rueda de prensa y ha denunciado a gritos la complicidad de Yunes -ex ministro del Interior de Gadafi- en los crímenes del coronel.
"¡Tienes las manos manchadas de sangre!", ha gritado el joven antes de ser expulsado de la sala.
Los gadafistas recuperan Brega
Entretanto, las tropas de Muamar el Gadafi han recuperado las posiciones que habían perdido en torno al enclave petrolífero de Brega y han avanzado hasta situarse a 15 kilómetros de la estratégica ciudad oriental de Ajdabiya, según informaron testigos presenciales en el frente de batalla.
Los gadafistas lanzaron numerosos disparos de mortero y artillería pesada de larga distancia sobre la carretera que une Brega con Ajdabiya, lo que provocó el repliegue general de las tropas rebeldes a lo largo de varios kilómetros.
Desde esta mañana las fuerzas insurgentes, que controlaban tres accesos en diferentes puntos a Brega y tenían rodeada la ciudad -según el principal portavoz rebelde, Mustafa Geriani- intentaron hacerse con el control del enclave.
Sin embargo, y pese a que los sublevados aseguraron que sólo quedaban unos pocos grupos de efectivos del régimen desmoralizados y casi sin munición en la localidad, la artillería de Gadafi comenzó a disparar desde larga distancia un intenso fuego de misiles Grad, con un alcance cercano a los 40 kilómetros, indicaron las fuentes citadas.
Fuertes explosiones en torno a la carretera de cerca de 50 kilómetros que une Brega con Ajdabiya, poblada de vehículos y combatientes rebeldes, se sucedieron durante varios minutos y obligaron a los insurgentes a retroceder casi 30 kilómetros hacia la estratégica ciudad al sureste de Bengasi y cuyo control permitiría a los gadafistas volver a intentar aislar la capital insurgente.
Se trata de una agresiva contraofensiva del régimen de Trípoli a la que no se asistía desde hace días en torno a Brega, donde el frente oriental llevaba estancado varias jornadas.
Pese a que los portavoces rebeldes aseguraron el martes que las tropas de Gadafi, sitiadas en el enclave petrolero, no recibían suministros de armas, todo parece indicar que podría haberles llegado recientemente nuevo arsenal.
Según Geriani, los gadafistas no recibían ningún suministro para reponer su armamento, se encontraban desmoralizados y los rebeldes controlaban esta mañana los accesos a Brega desde tres puntos diferentes.
"Es la primera vez que las tropas del régimen no rodean la ciudad y somos nosotros quienes lo hacemos desde tres direcciones", afirmó el portavoz rebelde y aseguró que "lo que queda en Brega son pequeños grupos de Gadafi desmoralizados y casi sin munición".
Respecto a los civiles que todavía permanecen en el enclave petrolero, Geriani afirmó que sus fuerzas tienen "mucho cuidado" en no herir a ningún civil, "a diferencia de las huestes" gadafistas, que intentaban resistir en el centro de la localidad.
"Nuestros hombres están presionando y espero que podamos recuperar Brega pronto y pasar de allí", sostuvo.
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