6.5.11

Comenzamos cobertura total del Giro de Italia


TURÍN -- Alberto Contador (Saxo Bank) trata de compartir la presión con sus rivales directos, los italianos Vincenzo Nibali (Liquigas) y Michele Scarponi (Lampre) y el ruso Denis Menchov, pero su condición de favorito es inevitable antes del inicio de la 94 edición del Giro que se lanza éste sábado con una cronometrada por equipos entre Venaria Reale y Turín.




El corredor madrileño, de 28 años, vive un paréntesis mientras el TAS estudia los recursos de la UCI y la AMA sobre su absolución por un presunto positivo en el pasado Tour, pero asegura que está centrado en su objetivo de reeditar el triunfo de 2008 en un recorrido "increíblemente duro" que marcará la carrera en la última semana.



Contador conoce la presión, ya convivió con ella, comentó, en la tormentosa relación con Lance Armstrong en el Tour 2009, pero prefiere pasar la responsabilidad a Nibali y Scarponi, que "se juegan más" o a Menchov, cuyo equipo, el Geox, no estará en el Tour.



El ciclista madrileño se presenta avalado por cinco victorias en sus últimas participaciones en las grandes por etapas, su dominio en la presente temporada con 6 victorias y un recorrido idóneo para escaladores de su condición.



Sus rivales admiten el potencial de Contador, pero este Giro que celebra los 150 años de la unificación de Italia ha dibujado un recorrido "inhumano", según algunos ciclistas, capaz de deparar sorpresas, en una prueba de subsistencia que obligará a los 207 corredores de los 23 equipos participantes a sufrir hasta el último metro.



Italia vive con pasión su carrera, y se apasiona con sus ídolos. Todos los aficionados sueñan con que sus ciclistas opongan seria resistencia al triple ganador del Tour. En este debate, las miradas se centran en Vincenzo Nibali, el jefe indiscutible del Liquigas en ausencia de Ivan Basso, último ganador.



"Canibali", de 26 años, llega sin victorias, pero tiene en su palmarés la Vuelta 2010 y el tercer puesto en el pasado Giro. Y en el Tour ha sido séptimo. Un ciclista en progresión que se ha concentrado en exclusiva para triunfar en casa, y nunca mejor dicho, porque "El Tiburón del Estrecho" de Messina tendrá una etapa con final en el Etna ante su afición. Un estimulo más el italiano, que se niega a firmar el segundo puesto.



La temporada de Michele Scarponi (Lampre), con victoria en el Giro del Trentino, le permite al líder del Lampre poner su nombre en las quinielas. Ha ganado tres etapas en el Giro y a sus 31 años pide paso para luchar por algún escalón del podio. Una segunda referencia para los "tiffosi".



Denis Menchov es la bandera del Geox. También refleja en su palmarés la corsa rosa (2009) e indica que "Contador no es imbatible". Tendrá como escudero de lujo al español Carlos Sastre, todo un vencedor de Tour. El ruso es un ciclista calculador, de sangre fría, que ha sido capaz de ganar dos Vueltas y de subir al tercer puesto en el Tour 2010.



El grupo de los favoritos tiene un segundo escalón con amplia representación española. Hay quien anuncia batalla en las cumbres, como Joaquim "Purito" Rodríguez, un fondista que ha obtenido sendos segundos puestos en las recientes Amstel Gold Race y Flecha Valona y una victoria de etapa en la Vuelta al País Vasco. Llega con el equipo Katusha a su servicio y su objetivo, en un Giro que se decidirá en la última semana es "ir a por todo".



El vasco Igor Antón (Euskaltel Euskadi) afronta su segunda experiencia en el Giro, después de su debut en 2005. Sus objetivos no pasan por disputar la general, sino por ganar una etapa, lo cual supondría un hito histórico para su equipo, que aún no se ha estrenado en el Giro.



Un reto similar es el que ilusiona a David Arroyo (Movistar), segundo el año pasado, jefe de filas de un equipo sin las figuras de antaño y que tratará de brillar en todos los terrenos. Por su parte, Carlos Sastre (Geox) cumplirá con la labor de escudero de Menchov.



En las filas del Astana emerge la figura del checo Roman Kreuziger, de 25 años, un escalador solvente que por primera vez saldrá sin ataduras, dispuesto a sacar a relucir el ciclista que lleva dentro. Un aspirante llamado a pelear entre los grandes de la carrera.



El Giro 2011 es un bombón para los escaladores. Un recorrido que apuesta por la épica y la dureza, que da "miedo" en algunas etapas, como comentó Contador tras bajar el Crostis, puerto previo al Zoncolan, un puerto que se puede convertir en un infierno con mal tiempo. "Estos tramos no deben ser habituales porque los ciclistas nos jugamos la vida", dijo Contador.



El Giro más duro de los tiempos contemporáneos incluye siete finales en alto: Monte Vergine (7a etapa), Etna (9a), Grossglockner (13a), Zoncolan (14a), Gardeggia Val di Fassa (15a), una cronoescalada en Nevegal (16a) y Sestriere (20a), la víspera de la clausura contrarreloj de Milán.



Serán 7 oportunidades óptimas para los escaladores, aunque habrá etapas con trampas en jornadas de media montaña no aptas para los despistes. Las etapas que pueden marcar a fuego la general podrían ser las tres encadenadas con finales en el Grossglockner (Austria), Zoncolan, con el inédito y terrible Costris como antesala y el "etapón" de Gardeccia, con cinco puertos, entre ellos el Passo Giau, cima Coppi, a 2236 metros de altitud, el Passo Fedaia y el final en en Gardeccia Val di Fassa. Una jornada de descanso será la antesala de una cronoescalada de 12.6 kms.



A los esprinters les tocará sufrir, pues apenas van a tener cuatro o cinco oportunidades. Si hay "volata" ahí estarán midiendo sus fuerzas a toda velocidad el británico Mark Cavendish (Columbia), el estadounidense Tyler Farrar (Garmin) y el italiano Alessandro Petacchi (Lampre). El español Francisco José Ventoso (Movistar), con cuatro victorias esta temporada, podrá buscar su suerte ante los mejores.



Para comenzar, una contrarreloj por equipos desde Venaria Reale a Turín, con un recorrido de 19,3 kilómetros que servirá para conocer el nombre del primer líder del Giro 2011. Los especialistas contra el crono deberán esperar para lucirse a la última etapa en Milán. Entre medias, la cronoescalada de Navegale, que será un debate entre los candidatos a la general.

Arranca el Giro del Italia, con un recorrido durísimo y con Contador, Nibali y Menchov como los grandes favoritos. "Es la gran vuelta por etapas más dura que he visto nunca, al menos sobre el papel". Quien así se expresa es, nada más y nada menos, que Alberto Contador, tres veces campeón del Tour de Francia y principal favorito para hacerse con la carrera que sale mañana desde Turín.
No es un Giro cualquiera; la 94ª edición va a servir para conmemorar los 150 años de la unidad de Italia y sus organizadores han preparado un recorrido bien duro. Serán 3.524 kilómetros en los que, a priori, los escaladores tendrán una cierta ventaja y los sprinters se sentirán poco cómodos. Siete etapas con final en cumbre serán determinantes para el resultado final.

A sus 28 años y tras varios meses de disputas con la UCI y la AMA a cuenta de su presunto dopaje, Contador copa la mayoría de las quinielas, aunque él prefiera descargar la presión sobre algunos de sus competidores, como el ídolo local Vincenzo Nibali o el ganador en 2009, el ruso Denis Menchov. El caso es que su condición de escalador y el único precedente de su participación en un Giro no le ayudan a restarse favoritismo. En 2008, fue invitado a la carrera a última hora. Llegó ignorando casi todo sobre la misma y acabó subido en el escalón más alto del podio luciendo la malla rosa. "Hay diferencias grandes respecto a 2008, cuando no tenía ninguna referencia. No sabía cómo empezaba, cuál era la ruta o quiénes eran los corredores inscritos. No sabía nada", reconocía recientemente. Este año, sin embargo, ha planificado la carrera con minuciosidad. Llega en forma y habiendo estudiado sobre el terreno algunas de las etapas. "Estuve en Italia después de la Flecha Valona para ver y explorar cuatro etapas, y me parecieron increíblemente duras", señaló Contador.

El corredor del Saxo Bank encabeza la lista de los 25 ciclistas españoles que participarán en la prueba. Entre ellos estará también David Arroyo (Movistar), que acabó segundo en 2010 después de haber liderado la clasificación general durante cinco etapas y que, a pesar de que afirma estar "mejor que el año pasado", se plantea retos más modestos, como ganar alguna etapa o quedar entre los 10 primeros. Les acompañarán, entre otros, Joaquim Purito Rodríguez (Katusha) -número uno en la clasificación UCI que viene de acabar segundo en la Amstel Gold Race y la Flecha Valona-, Igor Antón (Euskaltel) -se beneficiará de las numerosas etapas de montaña- y Carlos Sastre, secundario en un Geox que lidera Menchov.

Pero el gran rival de Contador -dada la ausencia del vigente campeón, Ivan Basso, que renunció a participar por baja forma-, al que el propio ciclista de Pinto señala como favorito indiscutible porque juega en casa y ha organizado toda su preparación de cara a este Giro, es Nibali. El ciclista del Liquigas acabó tercero el año pasado y fue campeón de la Vuelta a España. Con 26 años, es el ídolo de los tifosi, que le podrán arropar especialmente cuando el pelotón pase por Messina, su ciudad natal. Tampoco se puede descartar, en cualquier caso, a su compatriota Scarponi (Lampre) ni a su excompañero de equipo y actual líder del Astana, Roman Kreuziger.

Todos ellos iniciarán mañana el asalto a un durísimo Giro que arranca con una contrarreloj por equipos de 19,3 kilómetros entre Venaria Reale y Turín, y que concentrará las mayores dificultades en los últimos nueve días, que incluirán tramos de tierra y finalizarán con una contrarreloj individual por las calles de Milán. El recorrido incluye un paso por Austria y no se olvida del Zoncolan, santuario del ciclismo italiano. Como novedad, cabe señalar la subida al Monte Crostis, de 14 kilómetros y pendientes de hasta el 18%. Contador fue muy explícito tras inspeccionarlo: "Me da miedo, nunca he visto una cosa similar".

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