14.5.11

La revolución del robo de bases

Luego de varios partidos con pocas carreras en la pizarra y una ráfaga de juegos sin imparables, la temporada de 2010 fue rápidamente bautizada como "El Año del Pitcher", pero si nos dejáramos llevar por lo sucedido en la joven temporada de 2011, puede ser que los expertos se hayan expresado muy pronto.


Las anotaciones se han reducido por quinto año consecutivo, y no por un poquito: En promedio, los equipos anotaron sobre un cuarto de carrera menos por partido en este abril que para el mismo mes el año pasado, y a menos que la ofensiva despegue significativamente durante las próximas semanas, este mes de mayo sería el primer mes completo desde julio de 1992 en que el equipo promedio anotó menos de cuatro carreras por juego.

Los efectos de la sequía ofensiva se han sentido de varias maneras muy evidentes. Una de las más notables es el aumento en los robos de base. Luego de caer en popularidad durante la explosión ofensiva de la era de los esteroides, robar base está de moda otra vez, y ciertos equipos están tomando mucha más ventaja de este fenómeno que otros.




Baseball Prospectus
Si son escasas las carreras, más incentivo para robar




No es difícil ver por qué los robos están en aumento. Los sabermétricos usualmente hablan sobre el "punto medio", el punto en el que la probabilidad de un robo exitoso justifica el riesgo de ser atrapado. Un ladrón insistente que hace muchos outs no ayuda realmente a su equipo con su velocidad, ya que hace un daño mayor al ser eliminado de las bases. Como sugiere esta gráfica de carreras por juego y punto medio de los últimos 30 años, ambos se mueven en conjunto.




Mientras más bajan las anotaciones, menor es la penalidad asociada de ser atrapado en el robo de bases; ya que los corredores tienen menor probabilidad de ser impulsados por los bateadores que le siguen cuando los hits son más escasos, también tienen menos que perder al ser eliminados de los carriles. A principios de esta década, el punto medio rondaba cercano al 70 por ciento. Gracias a la reducción en anotaciones de esta temporada, esa cifra ha caído aproximadamente a 66,5 por ciento, un valor similar al corre y corre de los años de 1980, la década que ayudó a velocistas como Rickey Henderson, Tim Raines y Vince Coleman a unirse a las estrellas de la era de la bola muerta como Sliding Billy Hamilton, Ty Cobb y Eddie Collins al tope del liderato en robos de por vida. Y con menos trabas para correr, ha aumentado el porcentaje de intentos de robo existen oportunidades.





Mira la segunda gráfica, en donde se presentan los intentos de robo de bases como porcentaje de las oportunidades. Así que si 200 jugadores llegan a primera base sin que haya un corredor bloqueando su paso y 10 de ellos intentan robar, resulta en una tasa de 5 por ciento.






Baseball Prospectus
Los intentos de robo siguen su aumento reciente


Debido a que la sequía ofensiva también significa que hay menos corredores alcanzando las bases, el impacto absoluto de ese aumento en proporción podría no registrarse en el total en crudo. Sin embargo, el aumento de la tasa del año pasado a la tasa de este año produciría unos 600 robos más durante una temporada completa, si tuvieran el mismo número de oportunidades.

Confrontados con un ambiente ofensivo en el que los lanzadores tienen cada vez más control, podría ser natural que los equipos concluyan que si no pueden unirse a ellos lo mejor es unirse a ellos al buscar mejores lanzadores y defensores. Sin embargo, aunque los resultados frecuentes de 11-10 son, al menos temporalmente, una cosa del pasado, invertir en la oferta de bases robadas es una manera de sacarle el máximo a las pocas oportunidades de anotación permitidas por los lanzadores contrarios.

Algunos equipos están en mejor posición que otros para tomar ventaja de este nuevo mundo feliz. La tabla que sigue adelante enumera los equipos que han derivado mayor o menor valor en términos de victorias esperadas por robos de base esta temporada.






Ladrones de la noche
Los Padres son los más beneficiados al robar bases, mientras el lento inicio de los Medias Blancas podría ser atribuido parcialmente a los atrapados.

Equipo Valor neto de victorias
Padres 0.92
Reales 0.87
Nacionales 0.40
-- --
Cardenales -0.33
Bravos -0.36
Medias Blancas -0.48





No es de sorprenderse que los Padres estén al tope aquí, pues es el equipo con mayor necesidad de asistencia ofensiva. Petco Park suprime las anotaciones hasta tal grado que jugar allí esta temporada ha sido como viajar en la máquina del tiempo hasta 1968. Durante la edición original del "Año del Pitcher", se anotaron 3.41 carreras por juego en las mayores, mientras los Padres y sus oponentes se combinan para promedio de 3.47 carreras por juego en Petco esta temporada. Como resultado, el punto medio de los Padres es aún más bajo que el de la liga, y el equipo ha tomado ventaja de su licencia para robar, liderados por Orlando Hudson -- quien registró 10 robos, para empatar su máxima cifra de carrera en una temporada, antes de caer en la lista de lesionados al lastimarse el tendón de la corva -- Will Venable y los importados del receso Cameron Maybin y Jason Bartlett.





Los Reales, quienes son líderes de las mayores en escalamiento, han registrado la mayoría de sus robos con sus bates menos productivos: Mike Avilés, Jarrod Dyson, Chris Getz y Alcides Escobar se combinan para una línea ofensiva de .238/.291/.348 y 29 estafas. Con números tan raquíticos, estos jugadores corren no sólo por el bien de los Reales, sino para poder subsistir en las mayores. Los Nacionales han sido impresionantes en las bases no sólo por vía del robo sino al tomar todas las oportunidades que tienen para avanzar en las bases; incluso luego de excluir los beneficios que han obtenido por medio del robo, son líderes de las mayores en BRR (anotaciones por corrido de bases), una estadística de Baseball Prospectus que toma en cuenta todos los corridos de base, no sólo aquellos producidos por la vía del robo. (Los Bravos y los Cardenales, quienes han demostrado resultados pobres en el robo de bases, están últimos y penúltimos en BRR sin incluir robos de base.) Los sorprentemente exitosos Indios y los perpetuamente rápidos Rays casi alcanzan los encasillados positivos de la tabla anterior.





Los Medias Blancas le deben su pobre inicio de temporada al desempeño de Juan Pierre. Él es el líder activo del béisbol en robos de base, con 533 estafas acreditadas, pero ha matado a su equipo con el corrido de bases, con sólo seis robos en 14 intentos. Ni siquiera un punto medio reducido puede hacer lucir esa proporción como una aceptable, pero no obstante Ozzie Guillén no para de darle luz verde a su velocista.




Escuadrón de fusilamiento
Los Nacionales han hecho el mejor trabajo de fusilar a los corredores. Los Angelinos, sin embargo, deberían reconsiderar si la defensa de Jeff Mathis es tan buena como su reputación.

Equipo Valor neto de victorias
Nacionales 0.43
Atléticos 0.35
Azulejos 0.22
-- --
Filis -0.41
Marineros -0.55
Angelinos -0.56


Hay dos caras de la moneda en cuanto al robo de bases. Así como el aumento de valor del robo de base recompensa una ofensiva que la usa como arma de fuego, también la resistencia superior de la defensa oponente genera beneficios para la batería. Los lanzadores y receptores que limitan el corrido de bases reciben el mismo crédito extra en el juego de robos de hoy que los jugadores que usan sus piernas para agregar valor ofensivo. En la lista de la derecha verás los equipos que han hecho el mejor y el peor trabajo de anulación de robos ante el contrario.






Los Nacionales han sido igual de adeptos para detener los robos del contrincante que para generar sus propios robos de base. El bate de Iván Rodríguez se va apagando con la edad, pero su brazo se mantiene fuerte. Él y Wilson Ramos, cada uno, han fusilado al 36 por ciento de los corredores oponentes que intentan robar. El catcher de Oakland Kurt Suzuki es el líder de la liga con una tasa de 51 por ciento que no hubiese lucido fuera de lugar durante la época pico de Pudge.

A pesar de su buena reputación defensiva, el receptor de los Angelinos Jeff Mathis nunca ha sido muy adepto a la hora de atrapar a los corredores, y este año tiene como sustituto detrás del plato a Hank Conger, quien no ha podido hacer mucho tampoco. El receptor de los Marineros Miguel Olivo cuenta con un sólido 35 por ciento de carrera en atrapados en intentos de robos de base, pero ha decaído a un 17 por ciento esta temporada. El catcher de los Filis Carlos Ruiz registra un mísero 13 por ciento, un poco peor que el 16 por ciento de Jason Varitek.




Las anotaciones podrían aumentar tan rápida y misteriosamente como han caído, así que el potencial de robar no es necesariamente algo fijo. Sin embargo, los equipos que le den cariño a los robos mientras las carreras sean escasas deben beneficiarse de una nueva manera con una vieja arma de fuego.

Dan Turkenkopf ayudó en la investigación de esta historia.



Ben Lindbergh es un editor asistente y autor de Baseball Prospectus y del recién publicado Baseball Prospectus 2011. Ha trabajado para múltiples franquicias de MLB y actualmente es analista de béisbol de Bloomberg Sports.

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