Contador ataca; Evans culmina

"Aquí estoy. Stop. He vuelto. Stop. Quiero ganar el Tour. Stop". Así de sucinto fue el telegrama enviado por Alberto Contador a sus rivales en el Col de Manse, aperitivo de las tres jornadas alpinas donde se decidirá el vencedor final en París.
Una jornada pasada por agua y un ataque en ese puerto de segunda categoría, demasiado para Andy Schleck, el gran derrotado, con 67 segundos perdidos ante Alberto en la meta. Camino de Gap, desafiando cualquier riesgo, emergió la figura de Cadel Evans, imponente en el descenso, primero de los favoritos en la meta, con tres segundos de ventaja sobre el tricampeón. [Narración | Clasificación etapa | general]

Fue el mismo puerto, aunque en la vertiente opuesta. Allí donde Joseba Beloki rodó por el asfalto en 2003, llorando un Tour perdido. Pendiente media del 6,2 por ciento durante casi 10 kilómetros. A falta de cuatro para coronar, lanzó su apuesta Contador, el primer puñetazo en 16 días de carrera. A su rueda salieron prestos los Schleck, ayudados por Cancellara, con Evans a rueda. Luego dio continuidad Samuel Sánchez y ya no se paró más. Alberto miró hacia atrás y quizá intuyó la crispación en el rostro de Andy. Tras apretar aún más el paso y en la cima ya tenía medio minuto de ventaja.

Allí, entre los escogidos, seguía Thomas Voeckler, con las alas de su jersey amarillo. Ni notaba el desgaste de una etapa donde se voló en las dos primeras horas, a casi 49 km/h de media. Nubes y claros, chubascos ocasionales tras la jornada de descanso. Ajeno a todo, el líder mostraba casi el mismo arrojo que Evans, el mejor colocado de los favoritos. Aguardaban 11 kilómetros cuesta abajo y se lanzó como un poseso.

Poco le importaban los 10 escapados que marchaban en cabeza desde el kilómetro 80. El australiano, rodador y contrarrelojista reputado, vio la ocasión de distanciar a Andy y trazó con riesgo en cada curva. A duras penas aguantaban su ritmo los dos españoles. Ni siquiera un especialista cuesta abajo como el líder del Euskaltel.

Andy, con Monfort
Por delante ganó Thor Hushovd, su segundo triunfo en esta edición, el décimo de su carrera en la Grande Boucle. Otra vez en una jornada montañosa, sólo cuatro días después de su heroicidad en el Aubisque. El único que se resistió algo más de la cuenta fue su compatriota Edvald Boasson Hagen. Sin embargo, el interés venía por detrás.

Cuatro minutos después aparecía Evans, aún más fuerte que los relevos de los españoles. El ex campeón del mundo saboreó en la meta una golosina de tres segundos sobre Contador. A 21 entró el grupo de Voeckler y Franck Schleck. Andy, a la estela de Maxime Monfort, cedió 1.09.

Bajo la lluvia de Gap se evidenciaba la fortaleza de Evans y los titubeos de los hermanos luxemburgueses, demasiado confusos en los Pirineos. El jueves y el viernes pueden acordarse de aquella estrategia fallida. En las cuestas del Galibier, el Izoard y el Alpe D'Huez, Contador buscará, ya sí en serio, su cuarto Tour de Francia.