Para nada. Gobernar un país subdesarrollado no puede ser un programa preparado en un libro sin color, (Mao tenía el rojo) que se lea en un almuerzo del gran empresariado o de la Cámara Americana de Comercio...
El desarrollo paso a paso de la vida de un político, indica hacia dónde va, y por dónde está su destino. Que plasme sus ideas en un legajo, puede ser interesante, pero sencillamente, no hará un milagro...
No creo en los programas de gobierno. He seguido a los políticos del país y del mundo, por años, y las promesas de la campaña electoral, ni siquiera de la revolución armada, no se concretizan...
Es igual que una revolución antes del triunfo, que puede ofrecer todo lo que quiera, pero con la victoria vienen nuevos intereses y miras...
El programa de Gobierno después de la toma de posesión se corresponde a la coyuntura de dirigir los destinos nacionales, teniendo que compartir con los empresarios, los militares, la iglesia, los pobres y un partido propio...
Grupos que se auto-titulan representantes de la sociedad civil hablan de la importancia de que cada partido presente cual sería su programa de gobierno; ellos tienen intereses sociales, de grupos y supervivencia en esas demandas, que no conducen a nada...
Los problemas dominicanos de hoy tienen que ver con el hambre, la miseria, la falta de oportunidades, la ausencia de empleo, las aulas que son insuficientes y los hospitales que tienen que ser remodelados...
Pero lo más importante, es que haya una genuina distribución de la riqueza, y que las obras que se construyan vayan dirigidas a las capas bajas, a las medias, y a preparar el desarrollo nacional, para ese 60 por ciento de la población que está analfabeto...
Si no hay una genuina distribución de las riquezas, no creo en programas de aspirantes al Gobierno. No hay mandatario dentro del ámbito de lo que llamamos la democracia representativa, que se atreva a iniciar un programa genuino de distribución de las riquezas...
El político se perfila por sus alianzas, por sus acciones, de ayer, y de hoy, pero no por papeles impresos que después de leerse van a la basura...
El único programa de gobierno de los políticos tradicionales, es llegar al Palacio Nacional, y de ahí en adelante, moverse de acuerdo a la coyuntura social...
¿Para qué sirve un programa de Gobierno de un aspirante a la presidencia de la República?. Sencillamente para nada.
Manuel Hernández Villeta es periodista, escritor y crítico de cine dominicano