En un quinto y decisivo partido de la serie de primera ronda ante los Tigres de Detroit, el cuarto bate de los Yanquis se ponchó tres veces. Lo hizo en el séptimo con las bases llenas, cuando no pudo con un venenoso splitter de Joaquín Benoit.
Le tocó ser el último out la noche del jueves, tal y como le ocurrió el año pasado ante Neftali Féliz y los Rangers de Texas en la serie de campeonato.
En aquella ocasión, se quedó mirando pasar el tercer strike. Esta vez, sin embargo, abanicó la brisa a una recta de otro cerrador dominicano, José Valverde.
Y con ello naufragaron los Yanquis, en el albor de octubre, sin poder avanzar a los últimos días del mes de otoño. Ganar un 28vo campeonato de la Serie Mundial tendrá que esperar.
Para ser justos, Nueva York superó muchas expectativas al ganar el título de la División Este con una rotación imperfecta.
Luego que Cliff Lee les rechazó una oferta, los Yanquis se las arreglaron con CC Sabathia como su único abridor fiable. Freddy García y Bartolo Colón fueron parches que hicieron el trabajo. Encontraron en Iván Nova a un novato con aplomo y que les dio 16 victorias. Quedaron tan conformes que ni se inmutaron en buscar refuerzos a mitad de campaña.
Casi que unánimemente se daba a Boston como el equipo que arrasaría la división, pero los Yanquis y su manager Joe Girardi podrían ufanarse tranquilamente que ellos no se arrugaron al sufrir un desplome sin precedentes para quedar fuera de la postemporada.
Cualquiera diría que Nueva York la tiene fácil para mejorar en la próxima campaña. Hay que buscar otro abridor y todo arreglado. No es así.
Este es un equipo viejo. Rodríguez (tercera base, 36 años) y Derek Jeter (campocorto, 37) ocupan posiciones claves en el cuadro. Su cerrador Mariano Rivera cumplirá 42 años el mes que viene y la próxima temporada podría ser la última de su carrera con los Yanquis, su único equipo.
Por más que en el Bronx existan los recursos para ser el club con la nómina más cara de las Grandes Ligas, sobre los 201 millones de dólares cuando comenzó la campaña, no pueden someterse a tantos mega contratos.
Uno de ellos es el Rodríguez, quien da llamativas señales de deterioro físico y declive en producción. Los 99 juegos que disputó "A-Rod" representaron su menor cantidad desde los 48 de 1995, año en el alternó entre Triple A y las mayores.
Se perdió 38 partidos cuando en julio se sometió a una artroscopía en la rodilla derecha. Terminó con promedio de .276, 16 jonrones y 62 impulsadas.
Estos no son números que se compaginan con lo que Nueva York esperaba cuando acordó un pacto por 10 años y 275 millones de dólares, luego que Rodríguez ejerció su derecho de salirse de su contrato previo en plena Serie Mundial de 2007.
Apenas han pasado cuatro temporadas del nuevo convenio. Aún le deben 143 millones hasta 2017, cuando tendrá 42 años. A decir de las lesiones recientes, ya no se habla si podrá romper el récord histórico de jonrones, sino si este podría ser uno de los peores contratos en la historia.
Rodríguez aseguró que es capaz de volver a su nivel habitual, el toletero que batea 30 jonrones y produce 100 carreras.
"No tengo la menor duda de que puedo jugar al máximo nivel. No importa que tenga 26 ó 36 años, cuando se sufre una lesión a mitad de temporada, no hay mucho que se puede hacer", dijo Rodríguez.
"Tengo mucho que demostrar y quiero encarar este desafío", añadió. "Voy a volver con todo y este equipo también".
Curiosamente, los Yanquis tienen entre manos otro caso de una figura que puede salirse de su contrato.
Se trata de Sabathia, con su pacto de 161 millones por siete años, el cual firmó antes de la campaña de 2009. El zurdo tiene 31 años y se dice que sería arriesgado comprometerse a largo plazo, pese a que es una pieza indispensable.
¿Qué buscaría Sabathia? Probablemente añadir otro año, con lo quedaría atado hasta cuando cumpla los 36. También que su salario promedio ronde los 25 millones, en vez de los 23 actuales.
El historial reciente de semejantes contratos a jugadores con edades similares es negativo para los equipos, como ha ocurrido con Alfonso Soriano en los Cachorros y Barry Zito en los Gigantes.
Debido a la carencia de buenas opciones en la agencia libre, los Yanquis quizás no tengan otro remedio y deberán acceder a lo que pida Sabathia.
Nova, Phil Hughes y A.J. Burnett son los únicos tres integrantes que están bajo contrato. C.J. Wilson asoma como el abridor mejor cotizado en el próximo mercado. La disponibilidad de Chris Carpenter, Mark Buehrle y Roy Oswalt depende de si sus actuales equipos no dan uso de sus opciones.
También pueden jugárselas con sus propios prospectos en las menores, como el mexicano Manny Bañuelos y el dominicano Dellin Betances.
Pero la tarea inmediata será retener a su propio gerente: "Mi contrato vence a fin de mes. Este va a ser un largo mes", dijo Cashman.
No hay comentarios:
Publicar un comentario