20.6.09

Paremos las protestas incendiarias y vamos al diálogo


Santiago.- Las protestas violentas protagonizadas por grupos populares y jóvenes, muchos de ellos encapuchados, en reclamo de que se esclarezca la muerte de un estudiante supuestamente a mano de dos miembros de la Policía pertenecientes al equipo de los swat, continuaron ayer en Navarrete, pese a que el municipio se encuentra prácticamente ocupado por tropas especializadas de la uniformada.

A pocos metros de donde se encontraba un contigente de policías portando armas largas y gases lacrimógenos, manifestantes incendiaron neumáticos y lanzaron consignas en las que llamaban a los agentes asesinos y que matando uno, dos o tres, la lucha no se detendrá.

Por órdenes del jefe de la Dirección Cibao Central de la Policía, general Francisco Abréu Montes de Oca, los agentes mantuvieron una actitud pasiva y evadieron los enfrentamientos.

La principal vía que conduce a la provincia de Santiago con el Noroeste y la zona fronteriza, fue bloqueada con neumáticos y desperdicios, así como en las calles laterales. El vocero de la Dirección Cibao Central de la Policía con asiento en Santiago, coronel Jesús Cordero Paredes, dijo que los miembros de la uniformada enviados a Navarrete sólo vigilan la principal avenida del pueblo y que han preferido no entrar a los barrios y calles escenarios de protestas para evitar confrontaciones, aunque advirtió que si las circunstancias lo amerita intervendrán esos lugares.

Los swat Rodolfo Payero, portavoz del Frente de Lucha Unidos para Vencer (FLUP), de Navarrete, dijo que la lucha continuará hasta lograr que sean cancelados y sometidos a la Justicia el capitán Jáquez y el teniente Kelly, comandante y subcomandante de los swat, los cuales son señalados como los responsables de matar a José Aquiles González.

Payero dijo mientras estaba detenido en el cuartel de Navarrete antes de ser trasladado a Santiago, vio cuando los miembros de los swat al mando de Jáquez y Kelly se encapucharon y ocuparon el sector de los Santos, donde hirieron a cuatro personas, incluyendo a González, a quien supuestamente dejaron desangrar.

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